El Real Madrid recibe este sábado 16 de marzo al Celta de Vigo en el estadio Santiago Bernabéu para disputar la jornada 28 de La Liga. Un partido en el que todos los ojos estarán puestos sobre una misma figura: Zinédine Zidane.

El entrenador francés regresa al conjunto blanco nueve meses después de decir adiós. Julen Lopetegui no cumplió las expectativas a la hora de suplirle, y con Santiago Solari el rendimiento del equipo solo fue a peor.

Zizou tiene ante si la tarea de recuperar a un equipo hundido tras las eliminaciones en la Copa del Rey y la Champions League, y todo pasa por las once jornadas restantes de La Liga. Para ello, es más que probable que el técnico opte por recuperar a los pesos pesados del vestuario, futbolistas que fueron importantes durante su primera etapa.

De esta forma, Marcelo regresará a la titularidad después de ver cómo un joven Sergio Reguilón le arrebataba el puesto bajo el mando de Solari. A su vez, Marco Asensio dispondrá de una nueva oportunidad tras la lesión de Vinicius Junior.

Las dudas de Zidane

Tres son las dudas de Zidane para este encuentro: el lateral derecho, el centro del campo y la banda derecha. Partiendo por la primera, con Dani Carvajal lesionado, dos son las opciones: Álvaro Odriozola o Nacho Fernández. 

Apostar por el segundo sería jugar sobre seguro dada su experiencia, pero la mala temporada que ha firmado, así como el hecho de no ser su puesto natural, podrían abrirle las opciones al lateral vasco, fichado el pasado verano de la Real Sociedad.

Por su parte, Fede Valverde cuenta con muchas opciones de ser el acompañante de Luka Modric y Toni Kroos en la zaga. En primer lugar porque, con Marcos Llorente aún resintiéndose de sus molestias, es el jugador más similar a Casemiro.

Por otro lado, y pese a que su titularidad pueda parecer sorprendente, lo cierto es que el uruguayo ha estado por delante de Dani Ceballos durante gran parte de la temporada.

Finalmente, en la banda derecha, y pese a estar Lucas Vázquez lesionado, Isco Alarcón tiene pocas probabilidades de entrar. El malagueño se ha ganado el perdón de Zidane, pero su bajo estado de forma le hace estar por detrás de Gareth Bale.

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