La primera parte de El Clásico no ha quedado exenta de polémica. El partido, que podría ser el último choque entre ambos esta temporada, se abrió con un gol de Ivan Rakitic. Cuando se acercaba el descanso, los capitanes de los dos equipos se han encarado tras una acción del juego.

Sergio Ramos se anticipó a un balón con intención de despejarlo y Leo Messi se lanzó también a la lucha. El resultado fue que, además de al balón, el capitán del Real Madrid llegó a tocar con el brazo en el rostro del argentino. El jugador del Barcelona se quedó tendido en el suelo inmediatamente. 

Al ver que el árbitro había tomado la jugada como un lance normal, Leo Messi se ha levantado encendido a encararse con Sergio Ramos. Los dos jugadores han llegado a juntar sus cabezas en un momento de tensión, que se ha disipado cuando Undiano Mallenco se ha colocado entre ambos. 

Con esta jugada ha concluido la primera parte. Tras el pitido final, los jugadores del Barcelona han comenzado a rodear al árbitro para pedir que expulsase a Sergio Ramos. Undiano Mallenco no ha cedido y no ha variado en absoluto su decisión inicial, a pesar de los gestos de Leo Messi señalando a su cara.

La jugada, por tanto, se ha resuelto sin ninguna sanción disciplinaria para ninguno de ellos, ni para Sergio Ramos por la acción ni para Leo Messi por protestar. Tampoco ha sido amonestado ninguno de los dos por encararse entre ellos. El VAR, además, no ha intervenido en la acción, ratificando lo pitado por el árbitro.

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