El 2018 nos ha dejado una imagen para el recuerdo de la historia del fútbol. Luka Modric fue elegido como mejor jugador del mundo y se le entregó el Balón de Oro, de manos de la revista francesa France Football. Un jugador humilde, con trabajo como lema y con un corazón puro, que a diferencia de otras galas, se acordó y dedicó unas palabras a varios jugadores que merecieron, pero no tienen el trofeo.

Tras 10 años de monopolio entre Cristiano Ronaldo y Messi, el '10' croata tiene claro que "la gente ahora quería buscar algo diferente, creo que esta noche es una victoria para el fútbol". Tras recibir el premio, y al ser preguntado por sus sentimientos, admitía que estaba "feliz de haber sido el ganador, pero este premio es también para todos esos jugadores que probablemente merecían ganar y no lo hicieron"

Tanto el delantero luso como el astro argentino no acudieron a la gala más importante del fútbol a nivel de premios individuales, pero el croata no decidió criticar esa acción: "Messi y Cristiano han tenido un nivel excepcional estos últimos 10 años" pero puede ser que "en el pasado ha habido algunos jugadores que han podido ganar el Balón de Oro como Xavi, Iniesta o Sneijder, pero no ha sido así". 

El sufrimiento de Modric para llegar a la élite

El centrocampista balcánico sobrevivió a una guerra, algo que le ha marcado y que le ha hecho ser más fuerte y superar todo tipo de adversidades. Pese esta dura infancia, el mago croata ha asegurado que este galardón era algo con lo que soñaba desde muy temprana edad: "Mi sueño era llegar a un equipo muy importante y ganar trofeos. Es cierto que soñé con el Balón de Oro de niño y es un honor y un privilegio estar aquí con este trofeo".

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