El Real Madrid ha sido protagonista de todo el verano. Suele ser habitual ya que los grandes clubes, entre los que se encuentra la entidad merengue, son los que más llaman la atención del aficionado. Los fichajes, movimientos en el mercado y primeros amistosos provocan la revolución entre sus hinchas.
Sin embargo, es una realidad que en esta ocasión el club blanco ha tenido una relevancia inesperada por ciertas polémicas. La primera surgió con Lopetegui, a quien Rubiales cesó como seleccionador español de forma incoherente. La última con la ausencia de traspasos estrellas tras la marcha de Cristiano Ronaldo.
No se perderá la calma en el mercado y la idea en todo el conjunto madrileño es la misma. Lopetegui es el fiel reflejo de ella: está contento con la plantilla y sabe que se puede sacar mucho rendimiento del actual plantel. El vasco está gestionando a la perfección y ya ha desarrollado varias decisiones complicadas. Desde el estilo de juego de este nuevo proyecto a la gestión de jugadores.
Claridad con Vinicius
El joven brasileño es la estrella del futuro del Real Madrid y un revulsivo más del presente. Tiene 18 años y son sus primeros partidos en el fútbol europeo. Una serie de circunstancias que complican su entrada en dinámica aunque él ya haya demostrado que está capacitado para contar con minutos en la capital.
Pero en el Real Madrid, con Lopetegui a la cabeza, no quieren añadir más presión de la que tiene al ex del Flamengo. El plan es muy simple: irá entrenando con el primer equipo y podrá jugar también. Cuando el entrenador crea que no va a tener minutos, Vinicius no perderá ritmo e irá al Castilla.
Una decisión fundamental en el desarrollo del jugador y que se opone así a la cesión o al ostracismo de Vinicius en el banquillo del Santiago Bernabéu. "Está teniendo el tiempo que necesita todo jugador", sentenció Lopetegui.
Los ascensos y descensos
El proyecto joven del Real Madrid sigue su camino. Lopetegui, tras tomar el relevo de Zidane, tampoco quiere romper la dinámica merengue y ha aceptado apostar por un equipo joven y por incorporaciones que no se sumen al desembolso exagerado del mercado. Pero, ante el overbooking de la plantilla merengue, el técnico ha tenido que realizar varios cambios.
El primero es el ascenso de Sergio Reguilón. El defensa de 22 años había gustado con el Castilla y fue a la gira por Estados Unidos. Sus entrenamientos y actuaciones en los amistosos le han servido para convencer y formará parte de la primera plantilla para sustituir a Marcelo.
Resolución completamente opuesta a la de un Luca Zidane que se queda sin sitio. Tras las llegadas de Courtois y Lunin -este último en negociaciones con varios clubes para su cesión-, el francés se quedó sin sitio y pasará a jugar con el Castilla un año más.
La portería, ligada a la evolución
Lopetegui no está dispuesto a romper la competitividad bajo los palos. No quiere marcar un plan específico tan pronto y pretende que ambos guardametas titulares, Keylor Navas y Courtois, tengan un mano a mano constante que mejore su rendimiento y por ende el del Real Madrid.
A diferencia de otros entrenadores que dividen las competiciones y se las asignan a cada guardameta desde el inicio de temporada, el entrenador vasco ha optado por dejar sin resolver nada hasta el último momento, al menos públicamente. Él está "tranquilo" y defiende que cualquier decisión "será buena para el equipo".
Un estilo adaptado
El mito de la posesión no es de gusto de Julen Lopetegui. Lo ha demostrado en todos los equipos que ha dirigido y así se pudo comprobar con la Selección. Un estilo de juego de posesión pero con mucho más movimiento de sus jugadores y con la capacidad de replegarse y no sufrir sin tener el esférico.
Es la misma idea que ha implantado en el Real Madrid. Habrá toque de balón, habrá carreras para defender y también momentos en los que la mejor táctica sea echarse atrás para esperar un contraataque letal. A Lopetegui solo le interesa la victoria y ya ha dejado claro que se adaptarán a cada encuentro. El estilo de juego, aunque tenga una idea principal, no será siempre el mismo si el partido requiere un cambio.
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