Ver a Cristiano Ronaldo fijar grandes cifras goleadoras en la Champions League es algo que prácticamente se ha convertido en costumbre. Hay que remontarse a 2011 para encontrar una edición en la que el portugués sumase menos de 10 goles, algo que claramente contrasta con los números que esta haciendo este año. Con tan solo dos tantos anotados hasta el momento, parece que el de Madeira no atraviesa su mejor racha en la competición.
Ante este panorama, la visita a Nápoles se presenta como la oportunidad de oro para acabar con una sequía que dura desde finales de septiembre, cuando el luso anotó por última vez en Liga de Campeones. Desde entonces, han transcurrido más de 520 minutos sin un gol que lleve su firma, lo cual resulta bastante atípico. Dado que un gol en San Paolo dejaría bastante encarrilado el pase a cuartos para los de Zidane, parece que Cristiano tiene ante sí la ocasión perfecta para volver a ser el de siempre.
Si bien es cierto que de cara a portería no está siendo su mejor Champions, es necesario destacar el dato de las asistencias. Con cinco, el portugués ha igualado ya su mejor cifra histórica en la competición, y, si todo va bien, podría tener varios partidos por delante para batirla. No obstante, conociendo su actitud, es difícil pensar que pueda quedarse tranquilo hasta detener el contador de una sequía que comienza a durar más de lo normal.