El Real Madrid Femenino cierra la temporada 2022/2023 con sensaciones agridulces. Por un lado, se logró el subcampeonato en la Liga F y, con ello, el volver a disputar la Women's Champions League el próximo curso. Por otro, se siguió confirmando que se está todavía lejos del FC Barcelona. Pero lo peor fue la derrota en la final de la Copa de la Reina ante el Atlético.
Un cara y cruz para el equipo dirigido por Alberto Toril. Perder la final copera supone un trago demasiado amargo para un vestuario que soñaba con poner su nombre dentro de la Historia del club de Concha Espina al conseguir el primer título de la sección femenina. Pero no pudo ser.
Se cayó de la manera más cruel. Después de ir por delante en el marcador hasta el minuto 88, cuando el Atlético de Madrid comenzó a empujar para recortar distancias y ya en el descuento empatar la contienda. De ahí a una prórroga sin goles y a una tanda de penaltis en la que solo Caroline Weir dio la talla. Además de una Misa Rodríguez que paró un lanzamiento y acertó otros dos, pero sin poder evitar el tanto rival.
Brotes verdes
El balance comienza por los puntos positivos de esta temporada. Los fichajes han dado un gran resultado. Desde Naomie Feller a Caroline Weir. Y, sobre todo, con una gran apuesta de presente, pero sobre todo de futuro, con la incorporación de la colombiana Linda Caicedo, una de las grandes promesas del fútbol femenino.
Además de los aciertos en materia de fichajes, el Real Madrid se ha consolidado como el segundo mejor equipo de España. El equipo blanco acabó la temporada 2022/2023 en la Liga F con 75 puntos, diez menos que el Barça, después de 24 victorias, 3 empates y 3 derrotas en los 30 partidos disputados a lo largo del curso.
Con este subcampeonato, billete asegurado para la próxima edición de la Women's Champions League. Sigue sin fallar así el conjunto merengue en la máxima competición continental desde que lo consiguiese en tras su primera temporada en la categoría reina del fútbol femenino español.
[Claudia Zornoza: "Mi meta es ganar la Champions League con el Real Madrid"]
En el presente curso, las de Alberto Toril no pudieron superar la fase de grupos, pero siguieron ganando experiencia ante grandes equipos como el Paris Saint-Germain o el Chelsea, el gran campeón de Inglaterra otro año más. Porque, precisamente, experiencia es lo que más necesita el Real Madrid Femenino.
¿Qué falta?
Experiencia. Ese es el primer punto y el más importante. Aunque hay jugadoras como Caroline Weir o Esther González, al equipo en su conjunto le falta bagaje en las grandes citas. Algo en lo que incidió el propio Alberto Toril en la rueda de prensa posterior a la final: "Es una derrota dura. Por otro lado, es nuestra primera final y tenemos que ganar experiencia y en momentos determinados saber gestionar las emociones".
"Tenemos margen de mejora y la próxima vez que nos veamos en esta situación lo haremos mejor, seguro. Perder de esta manera te da una oportunidad de aprender y de verlo de otra manera. Tenemos muchas jugadoras jóvenes y aprenderán. En la vida de un deportista siempre hay momentos de este tipo y hay que hacerse fuerte y aprender", agregó el entrenador merengue.
"Son situaciones del fútbol que pasan muchas veces, les volverá a pasar. Ver que lo tienes muy cerca y se escapa o al contrario. Normalmente, pasan más cosas malas que buenas. Es un buen momento para aprender y gestionarlo de la mejor forma posible para cuando volvamos a estar en esta situación, que lo estaremos. Tenemos la experiencia y la capacidad de gestionarlo mejor", sentenció Toril.
[El gafe de la Triple Corona en la Copa en el fútbol: del Real Madrid al Barcelona]
Ahí dio con la clave. El grupo es bueno y van ganando esa experiencia necesaria. Misa Rodríguez, Athenea del Castillo o Linda Caicedo son solo algunas de las jóvenes jugadoras con una increíble proyección. Como dijo Kenti Robles, llevan "tres años", están "creciendo" y sigue trabajando para ir a más. "Seguro que nos sirve para mejorar y crecer, de aprendizaje", destacó la lateral.
El Real Madrid es una maquinaria increíble, pero también con la máxima exigencia. De ahí que ya se estudien los posibles cambios de cara a la próxima temporada. Llegarán refuerzos de altos vuelos para seguir fortificando un proyecto que está dando sus primeros pasos, pero sin olvidar el escudo que se lleva en el pecho. Un equipo que tiene brotes verdes, pero que cierra el curso con la amargura de perder el que hubiese sido el primer título de su historia.