El Real Madrid Femenino mantiene su apuesta de finalizar la temporada en la segunda posición de la Primera Iberdrola tras su triunfo ante el Santa Teresa. El equipo de Badajoz, que contó con público en la grada y que ya ha perdido la categoría, se vio zarandeado por un inicio fulgurante del equipo blanco. Marta Cardona, en 15 minutos, sentenció un partido que se calmó en la segunda parte [Santa Teresa 1-5 Real Madrid Femenino].
El conjunto de David Aznar apenas sufrió a lo largo de los 90 minutos. Todo era un reto para seguir aumentando la ventaja. Los primeros minutos comenzaron a dormirse en los pies del Real Madrid, pero fue pasar tres y Marta vio puerta por primera vez. La atacante recibió en la esquina del área, se giró a gran velocidad y puso un balón imposible con el interior. Un remate perfecto que se ganaba el aplauso de la grada.
La atacante de 26 años se sentía superior, y no era para menos. Controlaba absolutamente el juego, tocaba y generaba peligro. El miedo que trasladaba a la defensa era constante. En el seis, la propia Cardona iniciaba una jugada que, tras centro por banda, acababa en el fondo de la red después de un remate de Lorena Navarro. Perfecta en el área, ganó la posición y en el primer palo la empujó. Ni 10 minutos y el Real Madrid Femenino ya ganaba por 0-2 a un Santa Teresa que concentraba toda su esperanza en un show de su portera.
En el 14', y tras un pase perfecto al hueco, Cardona rompió el fuera de juego y remató de cabeza para encunbrarse. Doblete en menos de 15 minutos y el Real Madrid Femenino sentenciando un partido de 90 en apenas cuarto de hora (0-3). El equipo blanco controlaba absolutamente el juego ante un Santa Teresa desnortado que no podía ni una alegría a su afición.
Menos cuando a la media hora de juego el Real Madrid puso el 0-4 desde el punto de penalti. Samara Ortiz no perdonó y aumentó la goleada merengue antes de ir al descanso. Las de Aznar se marchaban a vestuarios contentas y conscientes de que la segunda plaza estaba más cerca que nunca.
Calma en la segunda
Como suele ser habitual, el conjunto capitalino bajó la intensidad goleadora en la segunda parte y optó por rotar el equipo. El Real Madrid buscó alguno más e incluso vio como la joven Ari, una de las heroinas del ascenso del filial, firmaba la manita sobre el 75 de partido. Todo un premio para la joven y un mensaje para la cantera.
Van Slambrouck marcó el del honor para el Santa Teresa pasado el 80. Un gol que puso el 1-5 definitivo y que servió de alivio para el conjunto pacense, que tuvo en su portera Raquel a la mejor jugadora.
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