Iker Bravo es una de esas grandes perlas en las que el Real Madrid tiene muchas esperanzas depositadas. El delantero del conjunto juvenil viene demostrando, desde su llegada al club blanco, que tiene unas cualidades impresionantes y que, con sus 17 años de edad, está llamado a hacer grandes cosas en el mundo del fútbol.
El ariete sigue centrando muchas de las miradas en La Fábrica y más todavía después de la última hazaña conseguida esta misma semana. Bravo es uno de los habituales en el conjunto juvenil que dirige Álvaro Arbeloa en la Youth League, la Champions League de esta categoría, y en el encuentro del pasado miércoles ante el Celtic batió un récord que será muy difícil de superar en los próximos tiempos.
El goleador firmó el gol más rápido de la historia de esta competición. Tan solo 8 segundos tardó Iker en abrir el marcador en el choque ante el conjunto escocés que se disputó en el Alfredo Di Stéfano, algo que nunca nadie antes había conseguido en la Youth League. Nada se jugaba ya el conjunto blanco en este envite, pero fue la demostración de que el Real Madrid saltó con hambre de llevarse la victoria en este último partido de la fase de grupos.
Una velocidad nunca vista
El conjunto de Álvaro Arbeloa ya estaba clasificado como primero de grupo antes de la disputa de esta última jornada, pero en el equipo blanco no existe la relajación y había ganas de demostrar que podían lograr una nueva victoria. El Real Madrid saltó dispuesto a ello y no tardó en encarrilar el triunfo.
Fueron los merengues los que sacaron desde el centro del campo para poner en juego una primera posesión que iba a resultar histórica. El propio Iker Bravo fue el encargado de poner el balón en movimiento desde el círculo central y, apenas ocho segundos más tarde, se encontraba dentro del área ante el portero rival para anotar el gol.
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El delantero sacó hacia atrás, y en una jugada que tiene mucho de la pizarra de Álvaro Arbeloa, enseguida el balón voló hacia las inmediaciones del área. Allí, un toque de cabeza dejó a Iker Bravo encarando a un defensa central del Celtic, se marchó de él con facilidad, se metió dentro del área de castigo y en el mano a mano batió con un disparo potente al guardameta escocés.
Todo eso en ocho segundos. Una jugada que pasará a la historia de esta competición ya que es el gol más rápido de siempre. Este gol encarriló la victoria blanca (4-1) y ayudó a certificar tres nuevos puntos para los chicos de Arbeloa. Fue el segundo tanto de Iker Bravo en la Youth League, una competición en la que el jovencísimo delantero se sigue reivindicando y donde ya suma, además de estas dos dianas, otras tres asistencias en los tres partidos que ha disputado.