El Castilla está protagonizando uno de los mejores arranques que se recuerdan en los últimos años del filial madridista. El equipo entrenado por Santiago Solari marcha segundo clasificado en el grupo I de Segunda División B y después de ocho jornadas de la competición doméstica sigue invicto. No se recordaba un inicio mejor desde la temporada 2004/2005 cuando los Arbeloa, Diego López o Soldado consiguieron el ascenso a Segunda División.
La categoría de plata es el objetivo del filial madridista y son muchas las esperanzas puestas en este equipo después del ilusionante inicio de temporada que están protagonizando. El juego del equipo está convenciendo al aficionado merengue, tanto ofensiva como defensivamente. En el aspecto ofensivo son el segundo equipo más goleador del grupo y hasta ocho futbolistas diferentes han anotado.
En lo defensivo, la zaga está realizando una gran labor y a pesar de que todavía hay que mejorar aspectos como las jugadas a balón parado, el equipo se está mostrando muy sólido. Uno de los grandes culpables de que el equipo marche segundo y sea el cuarto menos goleado es el portero, Luca.
La confianza del club en él
El guardameta del filial está siendo uno de los mejores jugadores del equipo durante este inicio de temporada y está respondiendo con creces a la confianza que el club puso en él cuando todo apuntaba a que en el pasado mercado estival con la llegada de Lunin y Courtois, el portero francés tendría que buscar minutos lejos del conjunto de Concha Espina.
Esta temporada está siendo indiscutible para Santiago Solari en la portería del Alfredo Di Stéfano y el arquero está respondiendo cuando el equipo le necesita. Buena prueba de ello es el último partido del equipo en el cual en una jugada a balón parado en los últimos minutos, salió a despejar el balón de puños sin miramientos, terminando con una jugada muy peligrosa y manteniendo a su equipo vivo en el partido.
No le importó en absoluto la fea caída de después y por la que estuvo tendido durante varios minutos. Esta jugada muestra la mejoría de un portero muy criticado durante las últimas temporadas y que gran parte de la opinión pública pedía su salida por los errores cometidos la temporada pasada y que son normales en un portero de su edad.
Su regreso después la lesión
La temporada pasada será recordada por el portero francés tanto por lo bueno como por lo malo. El guardameta estuvo cuatro meses de baja después de tener que ser intervenido quirúrgicamente por una fractura Hill-Sachs en su hombro derecho, lo que le tuvo fuera de los terrenos de juego gran parte de la temporada y por ello Moha Ramos se convirtió en el tercer arquero en el tiempo de baja del galo.
La parte buena y que a buen seguro nunca olvidará es su debut oficial con la camiseta del Real Madrid. En la última jornada de Liga y en la víspera de la final de la Champions League en Kiev, el portero cumplió su sueño en el Estadio de la Cerámica en el partido frente al Villarreal en el que su equipo recibió dos goles y el encuentro finalizó en empate.
La presente temporada es una de las más importantes en la carrera del francés sino la que más, está ante su gran oportunidad de mostrarse al mundo como un portero sólido y que sabe manejar la presión por ser el hijo de Zinedine Zidane, algo por lo que siempre se le va a tener en el punto de mira.
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