El que fue jugador del Real Madrid, Raúl González, ha comenzado este sábado 25 de agosto una nueva etapa en su carrera profesional como futbolista al liderar al Cadete B del cuadro blanco. La leyenda del conjunto de Concha Espina debutaba como técnico en el torneo de la Madrid Youth Cup ante el Gamba Osaka en el barrio de Moratalaz (Madrid), el cual ha dado punto y final con empate a uno. Luego fueron eliminados de la competición tras perder 2 a 1 contra el Alcorcón.

A pesar de la derrota y la exclusión, el exfutbolista se mostraba optimista ante las cámaras de Realmadrid TV garantizando que está "intentando ver cómo ayudar a los chicos y organizarles, pero que ellos tomen las decisiones, lo intenten y se equivoquen", ya que sin fallos y fracasos no hay aprendizaje ni éxito. "Uno de mis sueños era jugar y ahora afronto este nuevo reto para ayudar a estos chicos y ver hasta dónde puedo llegar", declaraba ilusionado.

En el primer encuentro que ha inaugurado la temporada 2018/2019, el delantero se mostraba tranquilo y concentrado, dirigiendo a su plantilla con serenidad y rigor. En los primeros minutos de la disputa se le ha podido ver observando el juego sentado en el banquillo. Sus jugadores dominaban en ese tiempo el balón, cediendo toques profundos y con velocidad ante la opresión del conjunto nipón. Por este motivo, Raúl animaba a los suyos al grito de "toque, toque, toque".

La llegada del gol

Sin embargo, a medida que iban pasando los minutos en el marcador, los jugadores japoneses se han ido sintiendo más cómodos en el terreno de juego ante el acierto de sus cruzadas. En el minuto diez llegaba el primer toque para los merengues tras un peligroso remate que afortunadamente pasó por encima del larguero. Después de esta advertencia, el que lució el '7' a su espalda aconsejaba a los suyos poseer el balón y tener más movilidad dentro del césped para poder crear espacios.

Desgraciadamente, antes de que el árbitro pitara el descanso los nipones se ponían por delante del marcador, por lo que Raúl con el semblante bastante serio y preocupado estimulaba a sus fubolistas aplaudiendo y desgañitándose con repetidos "vamos".

Ambos partidos fueron muy similares. El Real Madrid mostró una gran imagen y demostrando tener una idea clara de juego. Solo la falta de gol y la fortuna rival permitió acabar con la andadura merengue.