El partido de la Euroliga entre el Real Madrid y el Partizán de Belgrado terminó con una auténtica batalla campal sobre la cancha. Los integrantes de ambos conjuntos protagonizaron una lamentable pelea con puñetazos, empujones y jugadores por los suelos que obligaron a los colegiados a dar por finalizado el encuentro antes de tiempo.
Fueron instantes de muchísima tensión en los que la situación se descontroló por completo, aunque finalmente las aguas volvieron a su cauce. Sin embargo, una vez que los árbitros mandaron a los jugadores de ambos conjuntos a los vestuarios, el ambiente todavía siguió algo viciado en la grada y se produjo algún conato de pelea.
Había hinchas serbios entre la afición local, y aquello llegó a generar algún conflicto. Así, un seguidor del Partizán y otro del Real Madrid se enfrentaron en la grada y el aficionado local incluso se llevó algún puñetazo. Por suerte, la rápida acción de los vigilantes de seguridad, que estaban atentos a este incidente, sofocó los ánimos y evitó que esta pelea entre hinchas fuera a mayores.
También, instantes antes, mientras los equipos estaban esperando a que los colegiados revisaran la multitudinaria pelea en los monitores, se produjo algún momento de tensión entre miembros de ambos conjuntos. Algunos operarios del Real Madrid se llegaron a enzarzar con el banquillo del Partizán porque Lessort, el jugador visitante, se sentó encima de una mesa que estaba reservada para la prensa y los fotógrafos.
Algunos aficionados se quejaron de lo que consideraron que eran faltas de respeto por parte de los hinchas del Partizán de Belgrado, mientras que las imágenes de algunos jugadores serbios saliendo del WiZink aplaudiendo de forma irónica también contribuyeron a encender todavía más los ánimos.
Sin incidentes a la salida
Los miembros de las expediciones de ambos equipos tardaron en salir aunque por suerte parece que los ánimos se fueron calmando con el paso por las duchas. Así, Rudy Fernández y Chus Mateo salieron a rueda de prensa para ofrecer explicaciones y pedir disculpas por lo sucedido, algo que también hizo Obradovic por parte del Partizán, que mostró una gran educación y elegancia.
En su resolución final, la Euroliga comunicó que hasta 10 jugadores del Real Madrid habían sido descalificados por la multitudinaria trifulca, mientras que el balance por parte del Partizán ascendía hasta los 11 expulsados.
Además, fuentes policiales confirmaron a EL ESPAÑOL que la salida de los autobuses tanto del Real Madrid como del Partizán se produjo sin incidencias reseñables, por lo que no hubo que lamentar nuevos incidentes en la marcha de los dos equipos del WiZink Center.
Ahora, se espera otro partido de alto voltaje en Belgrado en lo que será el tercer encuentro de la serie que podría dejar al Real Madrid fuera de la Euroliga en el caso de una nueva derrota.