El Real Madrid saltó a la cancha del Obradoiro sabiendo que el día anterior el FC Barcelona había pinchado de manera inesperada. Los blancos eran conscientes de que una victoria les dejaba como nuevos líderes en solitario de la Liga Endesa, así que entraron al partido llenos de energía, intensidad y ansias de ganar para dejar el triunfo muy encarrilado en la primera mitad.
Los de Chus Mateo firmaron unos dos primeros cuartos incontestables en los que arrollaron a los gallegos. Tanto, que consiguieron marcharse con una renta de 14 puntos de ventaja al descanso, una brecha más que suficiente como para afrontar el resto del encuentro con mucha confianza y sin estrecheces.
El Obradoiro apretó y reaccionó tras el paso por los vestuarios, es cierto, algo que le sirvió para ir reduciendo la diferencia en el luminoso paulatinamente y acercarse incluso a 3 puntos de distancia a falta de cuatro minutos para el final. Entonces Musa sacó su mejor versión y los blancos terminaron por sumar su decimoctava victoria en la Liga Endesa para colocarse líderes en solitario de la misma.
Una vez más, la inestimable ayuda de Musa, máximo anotador del encuentro con 19 puntos, fue fundamental para el Real Madrid. Deck, con 15 tantos, y Williams-Goss, también se fueron a los dobles dígitos en esta faceta ofensiva.
Sin Tavares
No se trataba de un compromiso sencillo para el Real Madrid, visitaba una cancha complicada y además lo hacía sin su gran referencia en el juego interior, Tavares. Sin embargo, esto concentró más las fuerzas de los jugadores blancos y salieron decididos a hacer daño a su rival.
El 0-8 inicial dejó muy claro que los de Chus Mateo no habían viajado a Galicia de vacaciones, sino que iban muy en serio. Moncho Fernández no tuvo más remedio que pedir tiempo muerto para evitar que el partido se le fuera tan pronto, pero no fue capaz de frenar la sangría porque el marcador reflejó un 14-24 favorable a los visitantes al término del primer cuarto.
En los siguientes diez minutos las cosas no cambiaron a mejor para el Obradoiro, que siguió viéndose superado por un Real Madrid que se paseaba sobre la cancha como una apisonadora. Hasta el 16-35 se estiró el luminoso, con los blancos 19 puntos por encima, y ahí más de uno pensó que todo estaba visto para sentencia pese a todos los minutos que todavía quedaban por jugar. Al descanso, el 30-44 dejaba las cosas muy de cara para los de Chus Mateo.
Sin embargo, la charla de Moncho Fernández en el descanso fue efectiva porque después del paso por los vestuarios el Obradoiro le perdió el miedo al Real Madrid. Los gallegos fueron más agresivos en defensa y los blancos tuvieron que aferrarse a Musa para que la diferencia en el marcador no se redujera de manera exagerada.
El Obradoiro creyó en sus posibilidades y vio que a su rival le habían entrado las dudas. Tanto fue así, que el marcador se comprimió hasta un ajustado 68-71 a falta de poco más de cuatro minutos que abría un nuevo panorama. Fue ahí cuando Musa volvió a tirar de repertorio, dijo "aquí estoy yo" y cerró el partido para darle una nueva victoria al Real Madrid.
Obradoiro 78-84 Real Madrid
Obradoiro: Zurbriggen (7), Thomas Scrubb (10), Robertson (10), Álex Suárez (3) y Blazevic (18) -equipo titular- Westermann, Vicedo (8), Philip Scrubb (8), Guerrero (12) y Muñoz.
Real Madrid: Williams-Goss (11), Hanga (8), Deck (15), Musa (19) y Poirier (6) -equipo titular- Causeur (9), Sergio Rodríguez (8), Abalde (2), Cornelie y Yabusele (6).
Parciales: 14-24, 16-20, 27-22, 21-18.
Árbitros: Benjamín Jiménez, Esperanza Mendoza y Roberto Lucas.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigesimoprimera jornada de la Liga Endesa disputado en el Multiusos Fontes do Sar ante 5.815 espectadores.