El Real Madrid sufrió en su debut en la presente edición de la Euroliga, pero terminó sacando un valioso triunfo ante un peleón Panathinaikos. No fue el mejor partido del equipo de Chus Mateo, que estuvo muy espeso en su circulación exterior y que solo supo sacar ventaja en la pintura por momentos. [Narración y estadísticas: Panathinaikos 68-71 Real Madrid].
Sin embargo, a pesar de las idas y venidas en el marcador, de los malos porcentajes de tiro y de las 19 pérdidas acumuladas, los blancos consiguieron sacar un importante triunfo del OAKA. La afición griega se hizo notar, pero no fue suficiente para empujar a su equipo a decantar la balanza de su lado. Quien sí lo hizo fue un Sergio Llull providencial que se sacó una mandarina de escándalo contra el tablero cuando el choque ya agonizaba. Un tiro anotado de tres puntos que bien valía una victoria en la máxima competición continental.
No fue un partido de brillo ni de grandes actuaciones en ninguno de los dos equipos. Fue más de oficio y de saber aguantar el tirón cuando venían mal dadas. Mario Hezonja lideró los mejores minutos del Real Madrid en el primer cuarto y Tavares impuso su ley en la pintura hasta que se cargó con la cuarta falta personal. El caboverdiano terminó con 14 puntos y 6 rebotes para 22 de valoración. Musa, que no hizo su mejor partido, sumó 13 puntos a pesar de su 1 de 4 en triples.
Por parte de Panathinaikos, el mejor jugador del choque fue un activo Derrick Williams que se fue hasta los 15 puntos. Gudaitis también fue, por momentos, un dolor de cabeza para la defensa merengue, aunque se quedó con 10 unidades en su casillero. El férreo trabajo atrás del Real Madrid sí funcionó en los momentos de la verdad y así llegó el primer triunfo en esta larga fase regular de la Euroliga.
Hezonja ya promete
Comenzó Chus Mateo con su primer quinteto como entrenador del Real Madrid en Euroliga realizando una clara apuesta por el físico de sus jugadores. Sin un base definido, era Fabien Causeur quien se ponía a los mandos de las operaciones. Musa como exterior más activo, rotaciones en el '4' con Gaby Deck y Guerschon Yabusele, y Walter Tavares actuando de referencia en la pintura. Las primeras jugadas se desarrollaron sin mucho ritmo, con la defensa de Panathinaikos abusando de las faltas personales.
El plan no le salió bien de inicio a Chus Mateo, que tuvo que recurrir a los cambios para encontrar una figura de base clara para romper la falta de profundidad que registraba el juego de los blancos. Llull hizo su primera aparición para encontrar a Tavares, quien sacó una valiosa acción de 2+1 para poner al Real Madrid por primera vez por delante (min. 4, 5-6). El partido en el primer acto se jugó casi en su totalidad en la pintura y jugadores como Musa empezaron a entenderlo a la perfección con penetraciones certeras hacia el aro griego.
El único lunar del Real Madrid estaba en su defensa, ya que los blancos no estaban consiguiendo parar a los Paris Lee y compañía. Con la reserva de gasolina de la plantilla aún por cimentarse, Chus Mateo quiso repartir esfuerzos desde el principio e introdujo en pista a jugadores como Sergio Rodríguez o Mario Hezonja para dar oxígeno. El balcánico no tardó en anotar el primer triple de los blancos tras una genial asistencia de Llull.
Quien también aumentó su protagonismo en la recta final del primer acto fue Tavares, una pesadilla en la lucha por el rebote bajo los dos aros. Hezonja impulsó los mejores minutos del Real Madrid en pista y con una brillante entrada hasta el aro y un triple liberado puso la máxima en el marcador (min. 8, 13-21).
El estirón del equipo blanco en el marcador provocó el tiempo muerto de Dejan Radonjic, que con una charla directa consiguió cambiar el ánimo y la imagen de sus jugadores en un abrir y cerrar de ojos. Con Ponitka y Andrews en la dirección y con Derrick Williams y Gudaitis en la ejecución, Panathinaikos consiguió reducir la desventaja en el tramo final del primer cuarto, el cual terminó con resultado de 22-23 tras un parcial de 9-2.
El segundo acto comenzó con cambios importantes en el Real Madrid. Sergio Rodríguez se puso al mando de las operaciones para intentar mejorar el juego en estático, mientras que Vincent Poirier apareció en la pintura para continuar con su gran inicio de curso. Una de las claves del segundo cuarto iba a ser detener el gran nivel de juego de Ponitka, completamente desatado.
El Real Madrid intentó explorar otras vías de anotación en un segundo parcial que arrancó con un menor ritmo de juego del visto en el final del primer acto. Gaby Deck tomó la responsabilidad en ataque, pero la intensa defensa de Panathinaikos se imponía, impidiendo una circulación fluida entre los exteriores blancos.
El partido volvía a estar dentro y ahí Gaby Deck, aprovechando su ventaja en los mist-match, se eregía como factor clave rebañando todos los balones que quedaban sueltos por la zona. Vincent Poirier le acompañaba anotando desde la línea de personal para mantener a los blancos por delante (min.15, 28-32).
La igualdad en el marcador permitía a Panathinaikos estar en todo momento en la pelea por el partido. Tanto es así que un nuevo arreón ofensivo liderado por Williams terminó con la tímida ventaja madridista y puso las tablas en el marcador en la recta final de la primera mitad. El encuentro, que había tenido algunos momentos de brillo en su inicio con las apariciones de jugadores como Hezonja o Gudaitis, se convirtió en una batalla física por cada balón en los segundos diez minutos.
También jugaron su papel particular los árbitros, especialmente con dos faltas señaladas sobre jugadores del Real Madrid, Sergio Rodríguez en un bloqueo y Deck en un intento de robo, que fueron realmente cuestionables y que permitieron a los helenos sumar desde la línea de personal. Tavares acudió al rescate en el momento justo y aprovechó un balón doblado de Llull casi en la línea de fondo para mantener al Real Madrid por delante al descanso, 37-38.
Llull siempre aparece
El Real Madrid arrancó el tercer cuarto con el mismo quinteto titular con el que había iniciado el encuentro. El partido continuó con la línea errática mostrada por ambos equipos en la recta final de la primera mitad. De hecho, se consumieron los dos primeros minutos sin estrenar el marcador. Los dos conjuntos intentaban imponer sus defensas mientras en ataque se reducían mucho los espacios.
Una colosal entrada a canasta de Yabusele tumbando a su defensor y absorbiendo el contacto ponía de nuevo a los blancos por delante (min. 25, 41-42). Acto seguido, quien encontraba aro era Musa con un triple liberado, una suerte que el cuadro merengue estaba echando mucho de menos en el partido. Sin embargo, el juego de los blancos no era para nada fluido y costaba encontrar situaciones ofensivas favorables. Ni siquiera la figura de Tavares permitía generar en ventaja enla zona. El caboverdiano, con 10 puntos y 3 rebotes, era el mejor hasta el momento.
En un cuarto de claro carácter defensivo, el Real Madrid no había conseguido generar situaciones favorables de tiro en los ataques en estático de cinco contra cinco. Demasiado atasco entre los exteriores y combinaciones muy espesas que marcaron una pauta errática a un equipo que necesitaba alguna transición que rompiera el ritmo tan monótono de su juego en el debut en Euroliga.
Causeur tiró de galones y con cinco puntos consecutivos, un tiro abierto y una bandeja marca de la casa, permitió respirar al equipo de Chus Mateo. El francés destacó, pero también recibió de su propia medicina, ya que poco tardó Andrews en responder sacándole precisamente al galo un 2+1 que apretaba otra vez el electrónico. Al final del tercer cuarto, 51-54.
El último parcial arrancó de forma totalmente diferente al anterior. Tanto Real Madrid como Panathinaikos consiguieron anotar en sus dos primeros ataques. Primero lo hizo Llull y después Gudaitis. Los dos equipos querían batalla por la primera victoria en Euroliga y el ala-pívot lituano había tomado el relevo de Derrick Williams con dos buenas acciones consecutivas para ponerse con 8 tantos. En lucha de poder a poder, Causeur tomaba la responsabilidad de los ataques blancos causando estragos con sus penetraciones (min. 33, 55-59).
A falta de buen juego, bienvenido era el orgullo y ahí el experto en la materia era Llull. El de Mahón se sacaba de la chistera un triple en forma de semi-mandarina para darle a los blancos una renta de 7 puntos en un momento clave. En el momento en que cada punto y cada defensa valía oro, el capitán del Real Madrid se convertía en un tesoro para los suyos. Sin embargo, no era el día de los blancos en el tiro exterior. Tampoco en la gestión de las personales, ya que Causeur y Tavares se cargaban con la cuarta falta a solo cinco minutos del final.
Para colmo de todos los males, Paris Lee aparecía para anotar su primer triple desde la cabecera y poner el OAKA a reventar. La afición griega quería un desenlace caliente de partido y lo iba a tener, ya que estaba llevando en volandas a su equipo. Lee volvió a acertar desde más allá del arco y abría un parcial de 8-0 para los suyos (min. 37, 63-62). El Real Madrid se desangraba en ataque también por sus 17 pérdidas de balón. Más de un aficionado pensaba en lo bien que vendría para tardes como esta la llegada de Facundo Campazzo al puesto de base, especialmente hasta que Sergio Rodríguez entre en dinámica.
Los minutos finales se convirtieron en una guerra de poder a poder entre ambos equipos. Cada centímetro de pista ganado era un triunfo. Musa, con una entrada a canasta primorosa repleta de calidad y fuerza, daba algo de aire a los blancos. No había sido el partido del bosnio, pero cualquier acción suya podía ser diferencial. Sin embargo, quien asumió la responsabilidad total, una vez más, fue Sergio Llull. El balear anotó una de sus clásicas mandarinas a falta de 50 segundos que decantó la balanza en favor de los blancos. Primera victoria en Euroliga en un partido realmente sufrido y poco vistoso.
Panathinaikos 68-71 Real Madrid
Panathinaikos: Paris Lee (9), Georgios Kalaitzakis (2), Marius Grigonis (5), Derrick Williams (15) y Georgios Papagiannis (6) -quinteto inicial-, Panagiotis Kalaitzakis (-), Eleftherios Bochoridis (5), Andrew Andrews (8), Mateusz Ponitka (5) y Arturas Gudaitis (10).
Real Madrid: Fabien Causeur (8), Dzanan Musa (13), Gabriel Deck (9), Guerschon Yabusele (6) y Walter Tavares (14) -cinco inicial-, Mario Hezonja (8), Sergio Rodríguez (2), Petr Cornelie (2), Vincent Poirier (3) y Sergio Llull (6).
Parciales: 22-23 | 15-15 | 14-16 | 17-17
Árbitros: Matej Boltauzer, Carmelo Paternico y Emin Mogulkoc. Sin eliminados
Incidencias: Primer partido de la fase regular de la Euroliga disputado en el OAKA de Atenas.