En un WiZink Center a rebosar, después de que el Real Madrid informaba dos horas antes de que no había localidades para ver el partido que le enfrentaba este jueves al Barcelona en octava jornada de la Euroliga de baloncesto, Nikola Mirotic volvió a poner la nota de polémica.
El regreso del jugador hispano-montenegrino a la que fue su casa y ahora en las filas azulgranas añadió al Clásico en Europa un aliciente más. El recibimiento, como no podía ser de otra forma, fue hostil por parte de la que algún día fuera su afición.
En el momento en el que el nombre de Mirotic solo en megafonía, todo el WiZink Center abucheos y silbó al culé con una sonora pitada que recordó a la que ya se vivió en la Supercopa, siendo aquella la primera vez que volvía al pabellón madrileño tras su marcha a la NBA y fichar por el Barcelona este verano.
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