El Real Madrid y el Barcelona se miden este domingo en la final de la Copa del Rey de baloncesto. El conjunto blanco ha comenzado el partido por detrás en el marcador, sin embargo, Sergio Llull ha revolucionado el encuentro y ha cambiado esta situación saliendo desde el banquillo.

El jugador blanco era duda para este fin de semana, pero antes de los cuartos de final contra Movistar Estudiantes, Pablo Laso confirmó que el menorquín estaría disponible para ayudar a sus compañeros a intentar conquistar un nuevo título. No estuvo en el quinteto inicial de la final, pero su salida fue como una bocanada de aire fresco para los madridistas. Dos triples seguidos fueron las credenciales que presentó el '23' blanco en su entrada en el encuentro. 

Después de superar tanto los cuartos como las semifinales, los blancos se enfrentaban a su eterno rival con el recuerdo de la temporada pasada en la que ambos equipos también se enfrentaron en la final y los merengues cayeron con polémica por una falta no pitada en la última jugada del encuentro.

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