Los relojes inteligentes se han popularizado mucho en los últimos años en España. Hasta hace no tanto, eran las pulseras de cuantificación las compras más populares en cuanto a wearables, pero los smartwatches han bajado sus precios y al ser esa una de las principales desventajas con respecto a las pulseras, su popularidad ha aumentado.
Eso sí, al contrario de lo que sucede en el sector de las pulseras, hay dos tipos de relojes inteligentes muy diferenciados, en base a lo que pueden hacer y a la autonomía de los mismos. Por un lado tenemos los modelos con sistemas operativos complejos, como WearOS o WatchOS. Permiten pagos móviles, instalar aplicaciones y mucho más, pero también tienen un gran inconveniente: la batería.
Esos modelos sólo tienen uno o dos días de autonomía, con excepciones como los modelos de TicWatch o de OnePlus que llegan a los 4. Sin embargo, las marcas como Huawei o Amazfit apuestan por relojes con funciones algo más limitadas, que no permiten la instalación de aplicaciones muy potentes, pero que tienen en su autonomía su gran ventaja. Estos relojes pueden estar dos semanas sin acercarse a un cargador. Y hay más, si se configuran bien podemos rozar las tres semanas.
Amazfit se ha convertido en España en una de las marcas referencia en los que a pulseras inteligentes y smartwatches se refiere. Esta marca es propiedad de Zepp Health, una empresa que originalmente se creó bajo el nombre de Huami, que es la compañía que fabricaba las populares SmartBand de Xiaomi. Este cambio de nombre afectó también a la aplicación, que pasó a llamarse Zepp y que, no obstante, permite aún controlar accesorios de Xiaomi, como sus básculas.
La empresa ha ido creciendo en el sector de la salud con productos que mayormente se circunscribían a los wearables de muñeca, como los relojes y pulseras. Sin embargo, recientemente han entrado en un nuevo sector, el de los anillos inteligentes, con el Amazfit Ring. Y con la última rebaja de precio de este producto se ha posicionado como una de las opciones más interesantes, incluso por encima del Samsung Galaxy Ring, sobre todo por el acceso gratuito a las suscripciones Zepp Aura (29,99 euros al año) y Zepp Fitness (19,99 euros al año) para toda la vida.
Pero ese es un sector incipiente y Amazfit quiere seguir centrándose en los productos que más éxitos les han dado, los relojes de precio ajustado y de batería de gran autonomía. Como hemos dicho, pese a que no tienen las mismas funciones que los Apple Watch o los relojes con WearOS (pese a incluir ya algunos con pagos móviles) su extrema duración de batería hace que muchos prefieran usar un reloj de este tipo a uno con un sistema avanzado.
En circunstancias normales los relojes de esta marca, al menos los de mayor tamaño, pueden llegar a dar hasta dos semanas de autonomía, si no realizamos entrenamientos o usamos el GPS. Pero configurando algunos aspectos es posible aumentar esa batería muchísimo más. Con estos cuatro ajustes la autonomía puede crecer hasta un 50%, pasando los 20 días en algunos modelos:
- Apagar control automático del estrés: esta función consume batería al estar midiendo parámetros de forma continua para establecer un registro en el que comparar los diferentes momentos del día.
- Apagar sistema de monitorización de sueño: si eres una persona que no tiene problemas para dormir y no necesita registrar el sueño con el reloj apagar esta función añadirá algunos días de batería.
- Apagar el control de la calidad de la respiración durante el sueño: lo mismo sucede con la respiración en el sueño. Hay personas con apneas y problemas de respiración que agradecerán un seguimiento diario, pero si no es el caso, apagar esto ahorrará batería.
Estas tres funciones están en los Ajustes, en la sección de Gestor de Batería. Ahí se pueden activar o desactivar de forma sencilla e individual, pero no es la única manera de ahorrar batería. Otro aspecto a tener en cuenta es el tipo de carátulas que usamos en el reloj. Las que son dinámicas, como las que muestran el tiempo o tienen elementos animados, consumen más batería, al tener que refrescarse automáticamente y conectarse a Internet. Si queremos gastar menos batería es mejor usar otras más sencillas.
La quinta opción para ahorrar batería es modificar el brillo. Lo más cómodo es dejarlo en modo automático, para que el reloj sea el que establezca el nivel adecuado, pero si no solemos usarlo al sol quizás podamos ponerlo en un brillo fijo algo por debajo del normal. Eso ahorrará batería porque el brillo de la pantalla es de las cosas que más energía consume en los dispositivos electrónicos.
También es importante controlar el número de notificaciones que nos llega al reloj. Cuanto más aplicaciones tengamos configuradas más avisos recibirá el reloj y más energía gastará. Además, no es sano mentalmente recibir una vibración en la muñeca cada vez que aparece una notificación de X o de Instagram. Lo mejor es configurar las aplicaciones importantes, como WhatsApp (siempre que tengamos silenciados los grupos), la aplicación de SMS, la del banco o la de la alarma de casa si es que la usamos, la del coche... No es conveniente poner apps de redes sociales o de juegos.
Lo mismo pasa con las notificaciones de actividad. Por defecto, los relojes de Amazfit avisan durante el día cada hora para que nos levantemos en el caso de estar sentados muchas horas seguidas. Esto, actualmente, es muy común por desgracia, por los horarios laborales de muchas personas. Sin embargo, no siempre es posible y si lo que solemos hacer es descartar los avisos es mejor apagarlos para no gastar batería en el reloj.
Otra función que ayuda a controlar el gasto energético, además de ser muy cómoda en el día a día, es el Modo Noche. Lo que hace este modo es anular las vibraciones, lo que es perfecto cuando dormimos para no despertarnos. Además, si tenemos activa la función de levantar la muñeca para que se encienda la pantalla, la anula durante las horas de sueño, para no deslumbrarnos a nosotros mismos o a nuestra pareja si es que dormimos con ella.
Por último, es posible multiplicar la autonomía del reloj con el Modo Ultra Ahorro de Batería. La parte positiva es que estaremos semanas sin tener que cargarlo, pero porque funcionará exclusivamente como un reloj, no teniendo las funciones inteligentes operativas. Esta función es útil cuando nos queda muy poca batería y sabemos que no llegaremos a tiempo de cargarlo en casa o donde tengamos el cargador. Si activamos este modo al menos podremos usar el reloj para ver la hora, en vez de tenerlo apagado.