El Black Friday cumple su traca final este fin de semana, con las últimas ofertas en móviles, tablets o smartwatches, objetos de deseo por parte de los españoles que ven estos días de descuentos la oportunidad ideal para cambiar sus dispositivos. Lo cierto, es que muchos de ellos tienen hardware capaz de soportar bien el paso de los años, pero hay ocasiones en las que pueden sufrir un desgaste acelerado, y pese a que esto puede deberse a que han sufrido algún tipo de daño —al caerse o mojarse— esta situación también puede tener su origen en un mal cuidado por parte del dueño.
En el mercado actual hay teléfonos que, a diferencia de lo que sucedía hace unos años, tienen grandes cantidades de memoria RAM, almacenamiento y batería, además de ser más potentes. Esto hace que el propio avance de la tecnología no sea un impedimento para poder seguir utilizando el mismo móvil durante varios años.
Aprovechar al máximo los dispositivos que se tienen en casa puede ayudar a que se genere menos basura tecnológica, o al menos a que este proceso sea más lento, y la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) ofrece varios consejos que pueden ayudar a que el smartphone pueda aguantar de mejor manera el paso de los años.
Cuidado con las temperaturas
Como cualquier otro dispositivo electrónico, los móviles y sus componentes internos son susceptibles a las altas temperaturas. De hecho, incluso existen modelos como el Redmagic 8S Pro que cuentan con un ventilador integrado para poder disipar el calor que se genera en momentos de alto rendimiento. También hay accesorios para ponerlos en la parte trasera del móvil con la misma finalidad.
Este es un factor que puede poner en riesgo la supervivencia a largo plazo del móvil, puesto que puede ser la causa de daños irreversibles en sus componentes. Por eso, es importante no dejarlo al sol en verano, y tampoco dentro del coche, ya que es uno de los lugares en los que más puede calentarse.
Por otra parte, si se está utilizando el móvil al sol, en la playa o en cualquier otro entorno caluroso, lo mejor puede ser dejar de lado las tareas exigentes. La navegación GPS, la descarga de contenido por la red móvil o los juegos con un alto nivel de detalle gráfico son algunas de ellas. Si alcanza temperaturas demasiado altas, apagarlo puede ser una buena opción para hacer que se enfríe.
No abusar de la carga rápida
No es ningún secreto que abusar de la carga rápida puede provocar que el desgaste natural que se produce en todas las baterías se acelere ligeramente. Esto es debido a que, por su mayor potencia, afecta a los iones y a los electrodos que hay en su interior de forma más fuerte que la carga convencional.
Es por eso que la OCU recomienda utilizarla solo cuando sea necesario. Para que esto sea más fácil, una buena idea puede ser dejar un solo cargador de carga rápida enchufado en casa, de manera que cuando sea necesario, se podrá utilizar ese.
En el resto de ocasiones, como cuando se carga el móvil por las noches, bastará con un cargador convencional, que tardará más tiempo en completar la carga y dañará menos el componente. Al fin y al cabo, si se carga el móvil de noche, no hay mucha prisa, puesto que no se va a utilizar hasta la mañana siguiente. Y no, no pasa nada por dejarlo toda la noche conectado.
Hacer limpieza de aplicaciones
Por lo general, cuanta más memoria interna y potencia tiene un smartphone, mejor es a la hora de instalar muchas aplicaciones, pero esto puede provocar que mucha gente acabe instalando algunas que no va a utilizar nunca, y que pueden ralentizar el rendimiento en algunos casos.
Tanto en el móvil como en la tablet o incluso en el ordenador, es importante tener descargadas las apps que se vayan a usar o que se puedan necesitar en algún momento, pero sin abusar, puesto que de lo contrario, puede dar la sensación de que este funciona más lento debido a la sobrecarga de contenido.
Además, tener un menor número de aplicaciones también puede ayudar a utilizarlo poco menos y así no abusar de este, puesto que puede ser perjudicial utilizarlo en algunos momentos, como antes de ir a dormir. Lógicamente, esto incluye desprenderse de aplicaciones que se suelen utilizar con frecuencia.
Usar funda y protector
Hay muchas ocasiones en las que los usuarios acaban comprando un nuevo móvil debido a la rotura de alguno de los componentes del actual, como la pantalla o los botones del lateral. Aunque los móviles actuales cuenten con un diseño muy cuidado que, en la mayoría de casos, sienta muy bien en la mano, ponerle una funda y un protector de pantalla es una de las cosas más sensatas que se pueden hacer para protegerlo.
Sin embargo, no todas las fundas y todos los protectores van a ofrecer el mismo grado de protección. Es importante fijarse en varios detalles, cómo que la parte frontal de la funda sobresalga unos milímetros de la pantalla del móvil para que lo pueda proteger si este se pone boca abajo encima de una superficie plana, como una mesa.
También es importante que pase lo mismo alrededor de la cámara, manera que esta no se raye cuando se apoya el móvil. En el caso de los protectores de pantalla, siempre es recomendable que sean bastante resistentes para que puedan aguantar los golpes sin dañar la pantalla. Hay algunos que tienen tacto mate, el cual hace que sea más complicado ensuciar la pantalla, pero a cambio de hacer que se vea ligeramente peor.
No saturar la memoria interna
Aunque los móviles tengan mucha memoria interna, esta puede acabar por llenarse de imágenes y vídeos tomados por el usuario pasado un tiempo desde su compra, y esto también puede repercutir en el funcionamiento del dispositivo.
Tanto el móvil como el ordenador o la tablet necesitan cierto porcentaje de memoria interna disponible para poder funcionar correctamente, y si esta se agota, empezará ralentizarse. Esto puede generar la sensación artificial de que el móvil funciona lento y que hay que comprar otro para volver a disfrutar de un buen rendimiento.
En este sentido, los servicios de copia de seguridad como Google Fotos o Amazon Fotos pueden ayudar a liberar memoria interna haciendo una copia de todos los vídeos e imágenes que haya en el dispositivo. Algunas aplicaciones como Amaze pueden ayudar a aligerar la memoria interna el terminal.