El elevado precio de los móviles y la inflación están haciendo que el mercado de segunda mano sea una gran opción para renovar el teléfono. La electrónica de consumo, en la que se incluyen los smartphones, es el cuarto tipo de producto que más se compra en España de esta forma, según Statista. Y es importante estar seguro de si es una buena compra.
Al fin y al cabo, se trata de productos que pueden llegar a superar las cuatro cifras en caso de los modelos premium. Para no llevarse sorpresas, hay que verificar el estado algunos componentes como los botones o las cámaras antes de adquirir un dispositivo Android de segunda mano.
Comprobar estos también es útil cuando se compra un reacondicionado, aunque es cierto que en estos casos la propia tienda suele hacer un examen del estado del móvil y avisar al usuario sobre su resultado. Muchas compañías en España venden tecnología de segunda mano en este formato, y Amazon, por ejemplo, ha renovado esta sección para darle más importancia.
Salud de la batería
La efectividad de la batería puede reducirse con el paso del tiempo y los hábitos de carga que haya experimentado. Este componente tiene una vida útil limitada, por lo que, probablemente, cuanto más tiempo haya sido utilizado el dispositivo, más se habrá deteriorado.
Existen aplicaciones, como Electron, que pasan un examen para determinar el nivel de la salud de la pila del móvil. Si su capacidad ha bajado, o la app indica que está en mal estado, aguantará menos horas encendido de lo que debería, y las cargas tendrán que ser frecuentes. Esto no tiene por qué ser un problema, y depende de quién lo vaya a usar.
Sin embargo, para obtener la mayor autonomía posible, lo más probable es que en algún momento haya que cambiar la batería, con el coste que ello implica. En Phone House, por ejemplo, un cambio puede costar entre 40 y 90 euros en función del modelo.
También existe la opción de comprar una batería portátil para conectar el móvil cuando sea necesario, aunque es posible que sea algo incómodo para el día a día. En cualquier caso, la decisión es del comprador, pero gracias a esta aplicación se pone toda la información sobre la mesa antes de pagar por el smartphone.
Cristal de las cámaras
La cámara de fotos se ha convertido en uno de los apartados en los que los fabricantes más se esfuerzan para diferenciarse de la competencia, y sus posibilidades han crecido mucho con el paso de los años. Sin embargo, si el componente está en mal estado, lo más seguro es que la experiencia fotográfica no sea muy buena.
La mayor parte de los fabricantes utilizan un cristal especial que mantiene protegidos los sensores y que es resistente para evitar ser rayados y recibir daños. El Corning Gorilla Glass DX es uno de ellos, y es capaz de aumentar la resistencia de este componente a la par que favorece la entrada de luz.
Aun así, hay ocasiones en las que puede deteriorarse, y por ello es importante mirar de cerca tanto la cámara frontal como el módulo trasero. Si el cristal que se sitúa justo sobre el sensor está rayado, las fotografías que se tomen con eses sensor en concreto van a tener un aspecto borroso.
En caso de que el apartado fotográfico no sea una de las prioridades, basta con probarla para saber si merece la pena comprarlo igualmente o no. Hacerse un dispositivo dañado no es lo ideal, pero hay que valorar la gravedad de los daños en relación con el uso que cada uno le da a este componente.
Pantalla y sensores
Existen códigos secretos en Android que son capaces de desvelar los componentes de algunos móviles o tablet, así como de hacer test para saber si está en buen estado. La forma de acceder a ellos es utilizando el código *#*#197328640#*#* en la aplicación de teléfono. Sin embargo, no funciona en todos los modelos.
Como alternativa, una aplicación como Testio llevará a cabo varias pruebas de funcionamiento con el smartphone para comprobar que todo funcione adecuadamente. Además, también ofrecen información sobre el hardware que lleva el dispositivo, lo cual es útil para ver qué lleva ese modelo en cuanto a almacenamiento interno y memoria RAM.
La app verificará el estado de la pantalla, los sensores de proximidad, acelerómetro, barómetro, de rotación y de brillo automático, el GPS o las cámaras. También se harán pruebas a los altavoces y micrófonos que haya. Algunas de estas requieren de la participación del usuario.
Lo mejor es pedir al dueño que instale la aplicación y pasar varios de los test que hay disponibles. Algunos componentes como el digitalizador de la pantalla pueden presentar errores que no son fáciles de detectar a simple vista y que empobrecen la experiencia a largo plazo.
Puertos y botones
Es de vital importancia que el USB Tipo C esté en buen estado. De lo contrario, puede provocar que haya que llevarlo a arreglar si se quiere seguir utilizando, ya que en muchos casos, es la única forma de cargar el móvil. Algunos modelos como el Samsung Galaxy S23 o el Google Pixel 7 Pro también soportan carga inalámbrica.
Si se conecta a una batería portátil con un cable en buen estado, es posible comprobar fácilmente si hay algún tipo de irregularidad cuando se enchufa. Que no detecte la carga, que el conector quede suelto o que solo cargue al moverlo a cierta posición suponen un problema.
Para verificar el funcionamiento del puerto para auriculares también es importante tener unos que funcionen bien. Para ello basta con conectarlos y reproducir algo de música. Si no se oye bien al girar un poco el cable sin sacarlo o solo se oye uno de ellos, lo más seguro es que esté en mal estado.
Los botones de volumen y el de encendido son algo que se pulsa a diario, y también se debe asegurar que responden adecuadamente cuando se accionan y que no se quedan atascados ni tienen pulsaciones fantasma. Por último, la bandeja SIM debe estar en buen estado para que pueda leer correctamente las tarjetas, así que se debe extraer y ver que no esté rota.
¿Es robado?
El IMEI es el número de identificación de cada smartphone, consta de 15 dígitos y gracias a él es posible saber si se trata de un móvil robado. Cuando alguien se le sustrae o pierde el teléfono y esto se denuncia, se marca como dispositivo robado, y se puede incluso bloquear en algunos países para que no pueda utilizarse.
Para encontrar este código solo hay que ir a Ajustes, y buscar dentro del apartado de información, dónde aparecerá junto al modelo y la versión de Android. Si no, marcar el código *#06# en la app de llamadas hará que aparezca una ventana con los números IMEI de sus espacios para la SIM.
Una vez se tiene ese número, hay páginas como imei24 en las que al introducirlo, lo coteja con una base de datos para saber si se trata de un smartphone que ha sido denunciado como robado. Comprar un producto robado es un delito tipificado en el Código Penal, y puede acarrear una condena a prisión de 6 meses a 2 años si se determina que hay indicios de que el comprador era consciente de ello.