En los últimos días la preocupación por el coronavirus se ha elevado a niveles en los que son cada vez más las empresas que están mandando a sus trabajadores a trabajar en casa. En nuestra sociedad el teletrabajo sigue siendo extraño y ajeno para muchos usuarios.
Si es la primera vez que trabajas desde casa es posible que tengas muchas dudas sobre la forma correcta. El teletrabajo tiene sus ventajas, pero también una serie de dificultades a superar, ¿cómo puedo ser productivo en el lugar donde hace vida mi familia?
En El Androide Libre somos expertos en teletrabajo, ya que prácticamente todos los miembros del equipo trabajamos desde casa. En mi experiencia diaria llevo ya más de 5 años trabajando de forma remota, y eso me ha enseñado una serie de lecciones sobre las mejores técnicas para llevarlo.
Escoge un lugar de la casa, y úsalo solo para trabajar
Este es el primer error de novato, y lo más importante que debes aprender sobre el teletrabajo. Normalmente en casa tenemos una o varias habitaciones, y posiblemente pienses que el mejor lugar para trabajar sea el lugar donde ya tienes tu ordenador. Y eso es un grave error.
Desde el primer momento elige un lugar de la casa en el que solo vayas a trabajar. Las mejores pautas a seguir son las siguientes:
- Por lo que más quieras, evita que sea en el dormitorio. Puede que sea la habitación en la que ya tienes el ordenador, pero evítalo. En el dormitorio se duerme y se hace vida, no corrompas ese espacio vital.
- Lo mismo con el salón: el sofá suele ser uno de los lugares más tentadores para trabajar, pero vas a pasarte varias horas en una postura nada cómoda y no tendrás ganas de hacer vida en un lugar que se supone que es para descansar.
- Lo idóneo, en todo caso, sería una habitación en la que estés solo, bien iluminada y con un asiento lo más cómodo posible. Y una vez termines de trabajar, abandones esa sala hasta tu próxima jornada de teletrabajo.
- Si tienes que hacer videollamadas con frecuencia, intenta que el fondo no sea demasiado feo.
Vístete y mantén un buen nivel de higiene
Uno de los mitos del teletrabajo que más envidian muchas personas es el poder trabajar en pijama, y esto es algo que debes evitar. O al menos entender el contexto de por qué debes evitar hacer esto.
Si te pasas todo el día en casa desaparece el compromiso social de tener que asearte y vestirte, y si te descuidas puedes pasarte la semana con el mismo pijama. No lo hagas, de verdad, no cambies tus hábitos.
Sigue duchándote y aseándote con la misma frecuencia que hacías antes. La ventaja de no tener el compromiso ante los demás, eso si, es que si quieres puedes aplazar la ducha al momento de terminar la jornada, convirtiéndose en un ejercicio de desconexión y relajación.
Sobre la vestimenta si que tenemos una gran ventaja, y es que a menos que tengas que realizar una videollamada puedes vestirte como quieras. Al poder elegir la vestimenta, lo recomendable es escoger la ropa más cómoda que tengas.
Vale, puede que esa ropa sea el pijama. Sí, aunque dijimos que no puedes usar el pijama, lo cierto es que si puedes. Pero no uses el mismo pijama con el que duermes, utiliza un pijama distinto al que usas para dormir. Intenta que el pijama de trabajo sea solo para trabajar.
Puede parecer una tontería, pero esos ejercicios son útiles para identificar un cambio de contexto que nuestra mente hace normalmente al cambiar nuestro espacio de trabajo a la oficina. Al no cambiar de recinto, son más importantes que nunca.
Está bien levantarse, pero cuidado con las visitas a la cocina
Este consejo es útil, estés teletrabajando o te mantengas en la oficina. Intenta levantarte al menos una vez cada hora para hacer estiramientos. Esto es recomendable hacerlo con frecuencia para nuestra salud física, y aunque no notes beneficios inmediatos, si que evitarás problemas a largo plazo.
Aprovechar el tiempo que estás estirando para andar un poco por casa está bien, y respirar aire fresco si tienes patio o terraza es también recomendable. Lo que no es tan recomendable es hacer visitas con demasiada frecuencia a la cocina.
En mi experiencia personal, lo que hago a principios de la mañana es traerme una pieza de fruta y una botella de agua a la mesa de trabajo. En todo caso, entrar a la cocina sólo es recomendable si buscamos una taza de café o té, o si nos morimos de hambre, para otra pieza de fruta o frutos secos.
Los descansos son para descansar, no para hacer labores del hogar
Otra tentación del trabajo en casa es que al estar aquí, tienes un acceso directo a las labores del hogar. Maneja este poder con cuidado, ya que se puede llevar tu productividad por los suelos.
Es fácil pensar que si estás en casa puedas aprovechar los descansos para hacer labores, pero eso está mal. Si quieres, y puedes, poner una pausa en el trabajo para poner una olla de comida o preparar una lavadora bien está bien, pero establece ese tiempo para labores. Si no descansas en el tiempo de descanso, vas a seguir cansado.
Estás en casa, pero estás TRABAJANDO
Esta norma quizás no sea tanto responsabilidad nuestra, sino más bien del entorno familiar que nos rodea. Si vives con tus padres es posible que te quieran mandar recados, si vives con tu pareja que esta te pida que «ya que estás ahí» hagas determinadas labores o que, si estás con tus hijos porque les han cancelado las clases o sean muy pequeños, piensen que estamos de vacaciones.
Hay que hacer un recordatorio continuo de que el teletrabajo sigue siendo trabajo. No estás de vacaciones o libre para cualquier actividad, simplemente estás trabajando desde casa.
Según la persona con la que convivas esto puede ser más sencillo o complicado. Personas muy mayores o demasiado jóvenes son los más difíciles de convencer, y aquí tendrás que demostrar que conoces a tus seres queridos para explicárselo de la mejor forma posible.
A menudo nuestro mayor obstáculo es nuestra propia familia, pero si eres creativo será una ventaja.
Algo genial del teletrabajo es que ofrece posibilidades para conciliar con la familia. Por ejemplo, si tienes hijos puedes sentarlos contigo para que hagan sus horas de estudio y que sean «nuestro compañero de trabajo». Recuerda, eso si, que son seres queridos, así que evita las situaciones de conflicto y sacar la mayor parte positiva de la situación. Para mi, momentos como hablar con mi madre en las pausas del trabajo han sido extremadamente valiosos, aunque en más de una ocasión haya tenido que cortar la conversación para decirle que me toca volver a trabajar.