En más de una ocasión te habrás fijado en que algunos de tus cargadores traen un extraño cilindro cerca de la salida de corriente. Lejos de ser un simple añadido estético, el cilindro que traen algunos cables de los cargadores tiene una función de lo más práctica, y de hecho existe una normativa europea que en algunos casos obliga a los fabricantes a incorporar este cilindro en sus accesorios.
¿Qué tiene por dentro este cilindro?
Los cilindros que traen algunos cables esconden en su interior un núcleo de ferrita
Antes de saber cómo funciona, conozcamos primero qué se esconde en el interior del misterioso cilindro que traen nuestros cables. Si partiéramos este cilindro por la mitad, lo que encontraríamos en su interior sería una capa más o menos gruesa (depende del dispositivo para el que se haya diseñado el cable) de ferrita. La ferrita, para no entretenernos con palabras técnicas, es un material que procede principalmente del hierro (también participan en su composición el magnesio y el zinc).
¿Y para qué necesita un cable tener una capa de un material derivado del hierro? Resulta que todos los circuitos eléctricos habidos y por haber emiten la llamada interferencia electromagnética; algunos lo hacen en mayor medida, y otros -los correspondientes a cargadores de dispositivos pequeños- en proporciones minúsculas. Estas interferencias se dan en los dos sentidos: se emiten hacia el exterior afectando a los dispositivos que hay alrededor y, por lo tanto, también pueden afectar a los cables de los dispositivos que tengamos cargando por casa.
Este cilindro resulta imprescindible para que muchos de los dispositivos que utilizamos a diario se puedan vender legalmente en Europa
Para evitar que nuestros dispositivos interfieran entre ellos mientras están conectados a la corriente, hace años que la Comisión Europea estableció unas estrictas normas para la compatibilidad electromagnética (EMC, Electromagnetic Compatibility en inglés) orientadas a garantizar que los dispositivos ni generan ni son afectados por las interferencias electromagnéticas. Estas normas están detalladas en este enlace, y son de obligado cumplimiento para cualquier fabricante que quiere vender algún aparato electrónico en territorio europeo.
Los cables funcionan como antenas, y los cilindros filtran las interferencias para que no afecten a nuestros dispositivos
Lo que hacen los cilindros de los cables es funcionar a modo de filtros que frenan las interferencias electromagnéticas antes de que lleguen a nuestro dispositivo
Pero más que evitar la emisión de interferencias, lo que hacen los cilindros que tienen los cables es reducir el impacto de las interferencias externas en tu propio dispositivo. Ten en cuenta que un cable conectado a la corriente técnicamente se convierte en una antena, y es capaz de emitir y atraer señales a su alrededor de una forma significativamente poderosa. Evitar que un cable emita interferencias es tan «sencillo» como recubrirlo con una capa metálica, pero evitar que las señales externas afecten al cable es un asunto bien diferente. Porque, tal y como demuestra el siguiente vídeo, interferencias electromagnéticas emiten todos los dispositivos que tenemos por casa.
Ya sabemos que los cables que conectan nuestros aparatos a la corriente se convierten en antenas que recogen las interferencias electromagnéticas que hay a su alrededor, entonces… ¿qué hacen los fabricantes para evitar que esas interferencias afecten al correcto funcionamiento del dispositivo? Ese pequeño cilindro del que estamos hablando es el encargado de «frenar» estas interferencias, y funciona a modo de un filtro que se encarga de evitar que las interferencias electromagnéticas lleguen a nuestro dispositivo.
En resumen, y para terminar la explicación con una pizca de humor, la próxima vez que este cilindro os dificulte la tarea de desenrollar un cable recordad que si está ahí es para garantizar el correcto funcionamiento de vuestros dispositivos.
Más información: HowStuffWorks.com | Slate.com