Qué sería de los que nos quedamos sin espacio en el móvil en el caso de que no existieran las tarjetas SD. Pese a que Google nunca fue partidario de ellas, y estas siempre se ausentaron de Nexus y Pixel, las tarjetas suponen una tabla de salvación para los que tienen que conformarse con un almacenamiento demasiado limitado. Eso sí, no todas las tarjetas SD son iguales, algo que debes tener en cuenta a la hora de elegir la tuya.
Una micro SD puede utilizarse para multitud de cosas en un móvil. Sirve como almacenamiento de series, música, se puede usar para instalar aplicaciones, como soporte para grabar vídeos y hacer fotos… Cada uno de estos usos requiere de memorias concretas, pero dichos requerimientos podrían dividirse básicamente en dos:
- Necesidad de espacio.
- Necesidad de rapidez.
Las memorias SD suelen medirse por su tamaño, pero no siempre es lo más importante. Las velocidades de escritura y de lectura suponen el verdadero valor de una tarjeta y lo que terminará elevando el precio final. Tendrás que elegir teniendo en cuenta el uso que vayas a hacer de tu futura tarjeta SD.
Tipos de tarjetas micro SD
Hablaremos en todo momento de las tarjetas de tamaño «micro», que son las que utilizan los móviles Android. Estas son de tamaño reducido para que así encajen en el interior de los móviles, por lo general en la misma bandeja donde va la tarjeta SIM. Las memorias pueden tener varios tamaños en GB dependiendo de su espacio. Y se rigen por cuatro tipos (hasta ahora):
- SD SC: permiten guardar hasta 2 GB de datos.
- SD HC: almacenan hasta 32 GB.
- SD XC: con capacidad máxima de hasta 2 TB.
- SD UC: hasta 128 TB.
Aparte del tipo de tarjeta también tenemos la clase de cada una, lo que determina la velocidad de la micro SD. El estándar está en constante evolución, pero actualmente los más habituales son los siguientes:
- Clase 2: puede grabar a un mínimo de 2 MB/s.
- Clase 4: graba a un mínimo de 4 MB/s.
- Clase 6: almacena información a un mínimo de 6 MB/s.
- Clase 10: guarda los datos a un mínimo de 10 MB/s.
- Clase UHS 1: igual que el anterior, registra el contenido a un mínimo de 10 MB/s.
- Clase UHS 3: guarda los datos a un mínimo de 30 MB/s.
Por encima el estándar Vídeo Speed Class que está especialmente indicado para grabar vídeo. Las clases son V6, V10, V30, V60 y V90: los números representan la velocidad mínima de escritura.
Debes tener en cuenta que la compatibilidad con la clase no implica la velocidad máxima de la tarjeta: esta quedará especificada por el fabricante (en la realidad tiende a ser menor). Cuanto más rápida sea tu tarjeta mejores resultados obtendrás en lectura y escritura; con el inconveniente de que también se incrementa el precio de manera notable. Así que toca decidirse equilibrando el almacenamiento y la clase de la tarjeta para optimizar el precio y las prestaciones.
Voy a ver películas, series y música
Es el uso habitual que se realiza de la expansión de memoria: servir como soporte al contenido multimedia. En este punto lo que más te conviene es que el tamaño de la micro SD sea amplio, no tanto la velocidad. Las tarjetas de clase 10 ofrecen prestaciones más que suficientes para tus necesidades y resulta posible encontrarlas de 64/128 GB por menos de 30 euros. Tendrás espacio más que de sobra; aunque tardarás un rato en guardar el contenido.
Voy a utilizar la tarjeta SD para instalar aplicaciones
Este es un uso muy habitual: ampliar el almacenamiento interno montando el espacio de la tarjeta para que se puedan instalar aplicaciones. Debes tener en cuenta que las tarjetas montadas como almacenamiento interno sufren en mayor medida dado que están leyendo y escribiendo datos de manera constante; por lo que resulta más habitual que lleguen a corromperse.
Dadas las necesidades, lo ideal es que uses una micro SD que posea suficiente velocidad. Una UHS 3 es una buena elección; con un espacio comprendido entre 32 y 64 GB, con esto debería ser suficiente. Te recomendamos que compres una tarjeta que sea de buena marca. Sandisk, Samsung… Además, existen tarjetas con una especificación concreta para este uso: la claseA.
Quiero la tarjeta para grabar vídeo en 4K
Las necesidades del vídeo son exigentes, de ahí que prime la velocidad de la tarjeta. También el almacenamiento: el vídeo en 4K ocupa mucho espacio. Lo mínimo a buscar sería una micro SD UHS 3 con 64 GB; siendo lo más recomendable una de 128 GB. El precio se eleva, pero agradecerás las prestaciones.
Una solución es vaciar al máximo el almacenamiento interno del teléfono y utilizar una SD de gran tamaño y mayor velocidad para ir moviendo allí los vídeos que vayas grabando. Es un proceso engorroso, pero te ahorrarás el sobreprecio de una tarjeta SD rápida.
Voy a utilizar la micro SD como unidad de disco externo
Un uso bastante habitual de la SD es utilizarla en distintos dispositivos aprovechando su espacio como almacenamiento interno. Es útil para llevar documentos y archivos multimedia, por ejemplo; con la ventaja de que puedes desmontar la tarjeta del móvil para usarla directamente en el PC utilizando un adaptador, por ejemplo.
En estos casos es conveniente elegir una micro SD de gran tamaño, 64 o 128 GB. También la velocidad es importante, apostaríamos por un mínimo de UHS 1. Debes tener en cuenta que, si mueves los archivos con el móvil conectado al USB, dicho USB debe permitir un trasvase de la información a máxima velocidad.
Otros factores importantes a tener en cuenta
Hasta aquí hemos visto los cuatro usos más habituales de las tarjetas SD en un móvil Android. Grosso modo tienes todo lo necesario: debes equilibrar entre el tamaño de la micro SD y su clase para que te compense en términos de relación calidad/precio. Pero no es lo único que necesitas tener en cuenta, a continuación te exponemos otros factores también importantes:
- Las tarjetas SD se degradan, por lo que intenta elegir las que sean de mejor calidad y de marca reconocida.
- Si utilizas la tarjeta para instalar aplicaciones no podrás sacarla del móvil ya que perderías esas apps.
- No todas las aplicaciones se pueden instalar en una tarjeta SD, algunas son incompatibles.
- La capacidad de una tarjeta SD al usarse nunca es el mismo que el tamaño de dicha tarjeta: al formatearse pierde capacidad (de 32 GB pasa a unos 31,5 GB, por ejemplo).
- Una micro SD siempre se puede utilizar como SD de tamaño normal: basta con comprar un adaptador (a menudo viene incluido en el propio paquete).