Cada smartphone posee una cantidad tal de componentes que enumerarlos todos es una tarea casi imposible. Por eso siempre se destacan unos elementos por encima de la mayoría: no solo porque permiten hacerse una idea de la calidad del smartphone, también porque la mayor parte de los usuarios los conoce y sabe identificarlos. Pero ¿sabrías cómo funciona el sensor de huellas de tu móvil?
Puede estar delante, detrás, en el lado y hasta bajo la pantalla: el sensor de huellas (o lector, sería más acertado) se ha convertido en la puerta que nos permite acceder al móvil con seguridad. Y se ha abaratado a tal nivel que incluso móviles por debajo de los 100 euros incluyen ya el lector. Y todos funcionan igual, sea cual sea el precio del móvil que lo monta: la superficie captura la huella, el móvil identifica las líneas de la yema, contrasta dichas líneas con las huellas registradas y, de de coincidir, libera el acceso al smartphone para que el usuario pueda utilizarlo. Todo en menos de 1 segundo (de media).
Esta magia electrónica sucede a tal rapidez, y con tal seguridad, que no solo sorprende que la tecnología esté en nuestro móvil, también que se haya convertido en un estándar en muy poco tiempo. Pero no hablemos de sorpresas, sino de funcionamiento. ¿Qué se desencadena en tu móvil cada vez que pones la huella en el lector?
El lector detecta los surcos de tu dedo para grabar una captura exacta de tu huella
Los hay redondos, cuadrados, rectangulares y alargados, más estrechos… pero todos funcionan de la misma manera: el lector identifica los surcos del dedo realizando una captura de la huella que después contrasta con las capturas registradas. En el proceso de registro de una nueva huella el móvil irá guardando las líneas según pongamos sobre la superficie las distintas partes del dedo. Y combinará todas las líneas para crear un completo mapa de la huella dactilar.
El móvil guarda el mapa al completo de la huella para que después, al plantar el dedo sobre el lector, se identifique cualquier porción tras contrastarla con el registro. Ahora bien: ¿cómo captura el lector la huella? Por lo general utiliza un sistema parecido al que usa el panel táctil de tu móvil para identificar los toques.
- Lector de huellas capacitivo. Igual que la pantalla de tu smartphone, los sensores con esta tecnología detectan la carga eléctrica de los dedos creando un mapa con la zona de la yema que ha tocado el lector. Como los surcos de la huella no presionan la superficie, el lector puede determinar el dibujo identificando las áreas con contacto; que corresponden con las líneas del dedo.
- Lectores de huellas ópticos. No se utiliza en smartphones porque son bastante fáciles de engañar: capturan la huella en 2D sin identificar los surcos de la yema, algo que sí hacen los lectores capacitivos. En el caso de los ópticos, el sensor realiza una fotografía del dedo para después, utilizando algoritmos, identificar la huella y contrastarla con las ya registradas.
- Lector de huellas por ultrasonidos. Estos sensores constan de dos partes: un transmisor y un micrófono. El transmisor emite ultrasonidos que, al rebotar con la superficie irregular del dedo, son capturados por el micrófono identificando la forma irregular de la huella.
Los lectores de ultrasonidos pueden colocarse bajo la pantalla, por ejemplo, pero no son de este tipo los que comienzan a popularizarse en móviles como el VIVO Nex. En su lugar, Synaptics adaptó sus sensores capacitivos para que pudieran colocarse en pantalla sin enturbiar la visibilidad de la imagen. Su funcionamiento es idéntico al resto de lectores capacitivos.
No solo importa la lectura de la huella, también su almacenamiento seguro
El lector de huellas permite la identificación de los surcos que poseen las yemas de nuestros dedos y el móvil realiza el proceso de cruzado de datos buscando similitudes entre cada lectura y las huellas ya guardadas. Ahora bien, el proceso necesita ser seguro para que no exista manera de que alguien pueda acceder a las huellas registradas vulnerando con ello la seguridad. De ello se encarga una zona específica de los procesadores: la TrustZone, un chip de seguridad dentro del multiprocesador que habilita un entorno de ejecución de confianza (Trusted Execution Environment).
Todos los procesadores móviles actuales (SoC) disponen de un chip que se encarga de crear un entorno de ejecución de confianza. En él se ejecutan las tareas de autorización de la huella y también se almacenan los registros. De esta manera quedan protegidos contra el acceso de aplicaciones y procesos no autorizados.
La lectura, identificación de los surcos de la huella para crear el mapa dactilar, acceso a la zona del procesador encargada de garantizar la seguridad, verificación de que la huella existe en la base de datos, autorización del usuario y apertura de la pantalla es un proceso tan excepcionalmente rápido que ocurre en menos de un segundo. Y todo sin perder en ningún momento la seguridad: los lectores de huellas son una manera excelente de proteger nuestros smartphones.