La llegada de Android Wear supone una gran oportunidad para el negocio de los wearables. Para empezar, supone la unificación para los programadores para hacer una única app para nuestro reloj, o el dispositivo que sea.
Android Wear: cómo no debe ser
Pero, ¿cuáles son los riesgos de Android Wear? Veamos un ejemplo sencillo: Ahora mismo podemos encontrar 4 aplicaciones calculadora para Android Wear.
¿Qué aportan? ¿No son acaso aplicaciones redundantes, que acaban por llenar un mercado que se queda vacío? Y encima, acaban siendo aplicaciones sin un sentido práctico. En nuestro caso, ninguna tiene una tecla para borrar. Y hablamos de sólo un ejemplo.
¿Qué pasaría de caer en estos errores? Si esto sucede, Android Wear no tendrá éxito. No lo tendrá porque será más fácil y útil utilizar la calculadora desde el móvil en lugar del wearable. Y sigo diciendo que esto es sólo un ejemplo. Incluso algunas de las mejores aplicaciones para Android Wear llegan a perder el sentido, porque ¿cuántas veces vamos a ir a la aplicación Eat24 para hacer un pedido cuando queremos lo mismo de anteriores veces?
Pongamos otro ejemplo: Minuum es un prototipo para poder escribir desde nuestro reloj. Pero, ¿es esto lo que esperamos poder hacer con un reloj? ¿Escribir con una pantalla realmente pequeña para ello?
Y todo esto está pasando porque la gran parte de desarrolladores piensa en migrar las aplicaciones de nuestros móviles a nuestros relojes. Para eso, no necesitamos ni Android Wear ni un reloj inteligente. Hay que ir más allá.
Android Wear: Qué esperamos
Para que los wearables penetren de lleno en el mercado hace falta darles un sentido práctico real. Que gastarse el dinero en un reloj tenga un beneficio directo para el usuario. Por eso, tenemos que pensar en que un wearable debe ir más allá de lo que va un móvil. Y eso no radica en calendarios, linternas o juegos.
Pongamos un ejemplo que a mí siempre me ha gustado contar: lo innovador no fue crear la aplicación linterna, fue quien vio por primera vez que si encendíamos el flash de la cámara, podíamos usarlo como una linterna. Eso es pensar más allá. Y lo mismo debe suceder con los wearables. Sin embargo, aparecen desarrolladores de terceros que siguen empeñados en un lanzador de aplicaciones o ideas similares. Y no podemos encasillarnos en lo que existe.
Debemos, como programadores, ser más críticos. Hay que dar valor añadido. Para ello podemos pensar en preguntas tales como:
- ¿Realmente la aplicación para el wearable nos da un servicio útil cuando no podamos utilizar el teléfono?
- ¿Muestra cosas realmente importantes que el usuario ha podido no ver al no estar pendiente del móvil?
- ¿Ahorramos tiempo sin sacrificar funcionalidad?
Ya que hemos estado hablando de ejemplos, veamos un buen ejemplo: Fly Delta. Una aplicación simple, que tan sólo nos permite ver la información de la puerta de embarque en el reloj (pregunta 2) y mostrar la tarjeta de embarque (pregunta 3) cuando nuestro dispositivo está en modo avión (pregunta 1). Otro ejemplo puede ser Allthecooks Recipes, una aplicación que nos permite ahorrar tiempo al ver pasos de las recetas directamente en el reloj, en momentos que tenemos las manos ocupadas.
Y si hablamos de apps que nos permitan ahorrar tiempo y que no tendría sentido en un móvil es por ejemplo «Wear is my phone?» Una app que nos permitirá hacer que vibre o suene nuestro móvil. Dos botones, simple y efectiva.
Para una buena aplicación, debemos poder responder sí a las preguntas anteriores. Un wearable debe facilitar la vida, no llegar a convertirse en otro dispositivo que llevar encima. Un dispositivo que nos permita restar dependencia de nuestro teléfono. Y para ello, los desarrolladores tenemos que abrir nuestra mente, pues el éxito de los wearables va a depender de que realmente haya ese valor añadido.
¿Qué esperas tú de Android Wear? ¿Se te ocurre algún ejemplo de aplicación mal trasladada? ¿Y alguna valiosa idea?