Como muchos sabréis, Android vio la luz un 23 de septiembre hará ocho años: en El Androide Libre nos hicimos eco en su día y recordamos todo lo que dijo la industria. Entre esas declaraciones, una de las recurrentes fue que Android era una plataforma abierta. Fabricantes como Motorola agarraron esta bandera del Android libre con rapidez, pero Android no empezó a ser libre hasta octubre de ese mismo año.
El 21 de octubre de 2008 fue la fecha en la que Google empezó a compartir el código fuente de Android. Lo hizo creando AOSP, Android Open Source Project, y la página por aquel entonces era muy diferente a lo que es ahora. Bajo el lema de ‘¿Qué harás con Android?‘, Google animaba a los desarrolladores a adaptar Android a sus dispositivos, a experimentar con el sistema que la Open Handset Alliance acababa de estrenar.
Las cosas han cambiado mucho desde entonces: factores como el código abierto y el estar basado en Linux le hicieron ganar adeptos al principio, pero se han ido abandonando según Android aumentaba en cuota de mercado. El Androide libre -broma interna- ha quedado en un discreto segundo plano, pero sigue existiendo una comunidad a la que le importa.
El pasado de AOSP: los inicios de Android
Google necesitaba a todo el público posible, y el código abierto fue un trampolín
El código del Android libre empezó con muy buen pie. Google quería que todo el mundo pudiera acceder sin problemas, le interesaba que Android despegara lo antes posible, y el método más rápido de hacerse con la comunidad fue darles todas las herramientas que necesitan. Los desarrolladores podían experimentar sin límites con Android con todo el código abierto, e incluso integrarlo en sus propios proyectos.
El código abierto siguió avanzando con buen ritmo a lo largo de los años, con algunos manchones como la no-aparición del código de Honeycomb en los repositorios. Dispositivos como los Nexus 4 y Nexus 7 han sido los mayores exponentes de AOSP -con el permiso de las Google Apps-, y, de la mano de esos dispositivos, Android estaba viviendo una época dorada.
El código abierto de Android podría ser la tumba de Google, así que decidieron cerrar Android a escondidas
Sin embargo, las cosas se empezaron a torcer en 2013. Google ya había conseguido una enorme cuota de mercado, superando a rivales como iOS, y el código abierto dejaba de ser un argumento de peso. Es más, el código abierto de Android podría ser la tumba de Google: alguien sólo tendría que coger el código de Android y hacer algo mejor.
Mountain View, ante este panorama, decidió tomar una decisión, ir cerrando Android a escondidas. Las aplicaciones de Google nunca han sido abiertas, eran parte del código cerrado de Google, y por aquel entonces nos encontrábamos piezas como GMail, Google Maps o YouTube entre ellas. Lo que empezaron a hacer fue mover aplicaciones del sistema, como el teléfono, la búsqueda o la música, a este sector de aplicaciones de código cerrado.
Google no podía matar las aplicaciones de código abierto, pero sí puede abandonarlas y convertirlas en inútiles. Al crear sus propias aplicaciones del sistema -dentro de las Google Apps-, abandonan su variante de código abierto. Y todo esto significa que, si algún fabricante quiere hacer su propio Android, va a tener que hacer todo este trabajo. En otras palabras, son zancadillas a una posible competencia.
El presente de AOSP: Android está cada vez más cerrado
Android es abierto, pero tienes que seguir las reglas de Google para jugar en su terreno
Google, de manera progresiva, ha ido pasando todas las aplicaciones del sistema a Google Play. Esto es bueno al permitir actualizaciones rápidas, sin depender de las aplicaciones del sistema, pero también implica que dejan de ser de código abierto. Android, con este paso, ha dejado de ser tan abierto como era antes, y todo esto ha llevado a Google a ser investigada por la Unión Europea ante acusaciones de monopolio.
Por una parte, es lógico que Google quiera proteger su trabajo y su posición en el mercado. Como muchos defienden, Android es abierto, pero tienes que seguir las reglas de Google si quieres jugar en su terreno. Sigues teniendo la posibilidad de crear tu propio Android, aunque Google esté haciendo todo lo que puede por liberar el código justo y necesario.
Además, el código abierto ha dejado de ser tan relevante en Android. Los que buscan un Android no lo hacen por el código abierto, o por estar basado en Linux. Lo hacen porque es el sistema que conocen, su primer paso en el mundo de los smartphones, porque buscan aplicaciones y sencillez de uso. Google ahora tiene una cuota de mercado brutal con Android, no necesita el código abierto como lo necesitaba antes.
Sin embargo, negar que sigue existiendo un sector que busca código abierto sería mentir. Es cierto que se trata de una minoría, pero no por ser una minoría merecen ser menospreciados. Además, la competencia nos trae más diversidad y más innovación. Y Google está entorpeciendo cualquier posibilidad de competencia a partir de Android.
El futuro de AOSP: el código libre ha dejado de vender
La gran mayoría de usuarios no concebimos Android si no es de la mano de Google. La compañía ha sido muy lista, ha hecho que seamos dependientes de los servicios de Google cuando usamos nuestro teléfono con Android. Y la mayoría de usuarios, ante este dilema, va a dejar marchar al código abierto. El código abierto no es tan relevante como lo era antes, ha dejado de ser un fuerte.
Ojo, esto no significa que Android vaya a abandonar el código abierto. No es una decisión que pueda tomar Google aunque quisiera. Significa que Android deja de tener avances en aspectos como aplicaciones del sistema. Incluso que Google se va a guardar cosas bajo la manga, más con los Pixel sobre la mesa. Las novedades del sistema en los Pixel ni siquiera van a llegar a los Nexus, ¿por qué las iban a integrar en AOSP?
¿Conseguirá salirse Google con la suya? ¿Algún desarrollador se impondrá y vencerá con su propio desarrollo de Android? Sólo el tiempo lo dirá, pero de momento la balanza se decanta hacia Google.