El año pasado, justo antes del inicio de la Serie A, el gobierno italiano anunció una de las leyes más duras contra la piratería de toda la Unión Europea. El texto legal incluía multas contra los usuarios de IPTV pirata y el bloqueo rápido; usando la nueva plataforma Piracy Shield, los propietarios de los derechos podían ordenar el bloqueo de páginas y servidores en sólo 30 minutos.
Desde entonces, ha llovido mucho, y las consecuencias de la nueva ley se han dejado notar, aunque tal vez no al nivel que sus partidarios esperaban. Para empezar, la idea de multar a los usuarios de estos servicios sigue en el aire y sin un reglamento concreto; pese al entusiasmo de AGCOM, el regulador de telecomunicaciones y gran valedor de la ley, el gobierno parece más reacio de aplicar multas al 25% de la población adulta (la cantidad de piratas en Italia según un estudio realizado para el gobierno), por las consecuencias electorales que podría tener.
Al menos, el Piracy Shield por fin está activo. Aunque en teoría la nueva ley entró en vigor en septiembre de 2023, no fue hasta diciembre que se instaló la infraestructura necesaria y hubo que esperar a principios de 2024 para las primeras direcciones bloqueadas. Pero fue entonces cuando se reveló un fallo fundamental en Piracy Shield: provoca el bloqueo de páginas inocentes, porque no tiene en cuenta la manera en la que funciona la 'nube' que se usa mayormente en la Internet actual.
Pero lo peor de todo, al menos para los que querían el Piracy Shield, es que no funciona. La piratería en Italia continúa campando a sus anchas en redes sociales y grupos de Telegram, y Piracy Shield se ha convertido en una pequeña molestia para los usuarios; pero una gran inversión para los propietarios de los derechos y las operadoras de telecomunicaciones que tienen que responder a sus peticiones en media hora, a riesgo de recibir cuantiosas multas.
El motivo es sencillo y se veía venir desde el primer anuncio de la nueva ley: es muy fácil saltarse el bloqueo. Piracy Shield realiza un bloqueo por DNS; es decir, que la teleoperadora elimina la dirección IP de su servidor DNS. Cuando el usuario intenta entrar en la página o conectar al servidor con la retransmisión pirata, su navegador o dispositivo no encuentra la dirección IP y no se puede conectar.
Este tipo de bloqueos se pueden saltar fácilmente, usando una variedad de herramientas o incluso con un simple cambio de configuración. Pero lejos de admitir la derrota, AGCOM ha decidido dar el siguiente paso, y atacar esas herramientas que permiten saltarse el bloqueo; el 'pequeño' problema es que al hacerlo, puede destruir Internet tal y como la conocemos.
Según ha publicado La Gazzetta dello Sport y ha recogido TorrentFreak, se ha presentado una enmienda de ley para que las operadoras puedan bloquear el acceso a Internet a usuarios que usan una VPN; estos servicios permiten enmascarar la dirección IP del usuario por lo que son muy útiles para los internautas que priorizan su privacidad. También permiten saltarse bloqueos, por lo que son muy usadas en países con gobiernos autoritarios que censuran Internet.
En efecto, la propuesta de AGCOM es hacer lo mismo que hacen las peores dictaduras del planeta: limitar el acceso a Internet para que sólo se pueda realizar directamente a través de la operadora controlada, de manera directa o indirecta, por el gobierno. Una ley semejante abre la puerta a que el gobierno pueda limitar las páginas web que visitan los ciudadanos italianos. El bloqueo de VPN también afectaría a todos los internautas que usan esta tecnología por motivos perfectamente legales, como trabajar a distancia conectándose a la red de la empresa.
La enmienda propuesta también contempla que los proveedores de servidores DNS estarían obligados a participar en el Piracy Shield; de esta manera, estarían obligados a borrar las direcciones IP cuando sean ordenados directamente por empresas privadas propietarias de derechos. La enmienda propone penas de hasta un año de cárcel para los responsables de los servicios de VPN y DNS que no cumplan con estas medidas.
Por el momento, esta es una propuesta de enmienda de ley, pero si se hace realidad, Italia podría quedarse aislada del resto de la red europea, ya que pocas empresas querrían ofrecer servicios de Internet a riesgo de acabar en la cárcel.