Ya queda menos para el fin de Windows 10. Resulta raro decir eso, cuando esta sigue siendo la versión de Windows más usada por mucha diferencia; según datos de Statcounter, el 69,07% de los ordenadores Windows siguen usando Windows 10, frente a sólo el 26,68% de sistemas Windows 11.
Pero esa popularidad no ha impedido que Microsoft haya decidido abandonar el soporte de Windows 10 el 14 de octubre de 2025; de hecho, es precisamente por eso que Microsoft quiere obligar a los usuarios a dar el salto a Windows 11, para no encontrarse con una situación similar a la de Windows XP, que tuvo que seguir manteniendo mucho después de lo que planeaba.
Hay que aclarar que, cuando pase esa fecha, Windows 10 seguirá funcionando sin problemas y podremos seguir usándolo si queremos. La única consecuencia del fin de soporte es que Microsoft ya no lanzará más actualizaciones de seguridad para Windows 10; y eso se convertirá en un gran problema conforme pase el tiempo.
Pagar por seguir usando Windows 10
Si seguimos usando Windows 10 después de la fecha límite, corremos el riesgo de sufrir ataques hacker y de perder nuestros datos por culpa de ‘malware’ basado en vulnerabilidades que no serán arregladas por Microsoft. Además, es posible que nuestros programas y dispositivos (como la tarjeta gráfica) dejen de funcionar correctamente si los desarrolladores también abandonan el sistema.
Por lo tanto, lo recomendable será dejar de usar Windows 10 y pasarse a otro sistema operativo. La esperanza de Microsoft es que saltemos a Windows 11, pero eso no es posible en muchos ordenadores por los elevados (y complicados) requisitos que tiene; así que, para mucha gente, la única solución será comprar un PC nuevo.
Por lo tanto, en estos momentos tenemos algo más de año y medio para encontrar una alternativa. Y para mucha gente, eso no es suficiente. En concreto, hay muchos usuarios que realmente no pueden cambiar de sistema operativo o de ordenador tan fácilmente, y afortunadamente, Microsoft tiene una solución; pero no será gratis, ni mucho menos.
Microsoft ha confirmado que seguirá ofreciendo un soporte extendido para Windows 10 después de la fecha límite; pero será un pago anual que irá subiendo cada año. En concreto, los usuarios tendrán que pagar 61 dólares durante el primer año; el segundo año tendrán que pagar 122 dólares, y el tercer año, 244 dólares. No sólo eso, sino que, si contratamos el servicio en el segundo año, también tendremos que pagar el primero, aunque no lo hayamos usado.
En realidad, este servicio de soporte extendido no está pensado para usuarios normales, sino sólo para usuarios comerciales; por lo tanto, está dirigido a empresas y profesionales que realmente necesitan una instalación de Windows 10 segura. Pero Microsoft advierte que este soporte no es una solución a largo plazo, sino sólo un arreglo temporal hasta que estas organizaciones puedan cambiar sus ordenadores o cambiar a Windows 11.
Para la mayoría de los usuarios, nada ha cambiado: van a tener que seguir buscando una alternativa a Windows 10 para el 14 de octubre de 2025, si no quieren usar un sistema inseguro.