El año pasado, Oppo y OnePlus anunciaron que dejaban de vender móviles en Alemania; fue una noticia sorprendente cuyas consecuencias muchos usuarios temían. Aunque tal y como se pronosticó, España no se vio afectada por esta decisión y ambas marcas continúan apostando por este mercado.
En realidad, la salida de esas marcas del mercado alemán no se produjo motu proprio. Fue una difícil decisión como consecuencia de una demanda que Nokia impuso contra ambas marcas, que forman parte del grupo BBK.
La demanda se centró en el uso de tecnología patentada originalmente por Nokia en los móviles de Oppo y OnePlus; concretamente, en un componente tan importante como el modem 5G que permite la conectividad con el nuevo estándar. Hay que aclarar que la Nokia que impuso la demanda no es la misma Nokia de los móviles, ya que ambas partes de la compañía finlandesa original se separaron entre el fabricante de dispositivos y el de productos de telecomunicaciones.
La lucha entre Nokia y Oppo
Ahora, esta rencilla ha dado un giro de guion más, con la sentencia del Primer Tribunal Popular Intermedio de Chongqing sobre la disputa entre Oppo y Nokia por el pago de licencias por el uso de las patentes de la segunda. El tribunal ha dado la razón a Oppo, por cuanto ha establecido el rango de las tasas que Nokia puede pedir por el uso de sus patentes en dispositivos 5G; por lo tanto, es una sentencia que también podría tener consecuencias para el resto de la industria, incluyendo los nuevos dispositivos 5G del Internet de las Cosas o los nuevos coches inteligentes.
La raíz de la cuestión nunca estuvo en si Oppo debe pagar a Nokia por el uso de estas tecnologías; sino en cuánto debe pagar. Oppo siempre ha alegado que Nokia está reclamando un precio irrazonablemente alto a los fabricantes, y que eso puede estar afectando a la innovación y el desarrollo de nuevas tecnologías basadas en 5G. En otras palabras, acepta que Nokia tiene derecho a compensación, pero que es necesario un consenso de la industria sobre estas patentes “esenciales” para el 5G.
La sentencia del Tribunal establece directrices sobre las tasas que deberían pagar los participantes en la industria de las telecomunicaciones; y Oppo ya ha respondido afirmando que está dispuesta a cumplir y ejecutar la decisión del tribunal. Por lo tanto, ahora la pelota está en el tejado de Nokia, que debe decidir si acata también la decisión y ofrece a Oppo (y al resto de los fabricantes) ese tipo de tasas.
Oppo ha apelado a Nokia a reiniciar las “negociaciones constructivas”, que a su vez pueda servir para el mencionado consenso de la industria.