Con las noticias de los arrestos por IPTV piratas en España y muchos otros países europeos, puede que pensemos que la popularidad de estos servicios está decreciendo, pero ni mucho menos; y es que las campañas de marketing de los propietarios de los derechos no están provocando el cambio que esperaban en los hábitos de los internautas.
Hay muchas razones por las que un usuario puede preferir un servicio pirata frente al oficial; el precio es, sin duda alguna, una de las principales pero no la única, algo demostrable si nos fijamos en que muchos de estos servicios pirata también son de pago. Por ejemplo, para muchos usuarios, la comodidad de usar sólo un servicio es un factor importante a la hora de pagar a un pirata antes que a la compañía que ha licenciado el contenido.
En cambio, un factor que no influye tanto en los usuarios es el hecho de estar vulnerando la propiedad intelectual. Aunque algunas de las campañas contra la publicidad más famosas se basan en la ilegalidad o la falta de moralidad de la piratería (como el famoso ‘No robarías un coche’ que aparecía en los DVDs), en los últimos años han desaparecido porque no tienen éxito.
El miedo a la piratería
Un reciente estudio alega que el mejor método para convencer a los usuarios de que dejen de piratear está en la ciberseguridad y en la llamada ‘ciber higiene’; es decir, en mantener nuestros móviles y ordenadores limpios de virus y ‘malware’. Los investigadores de la Universidad de Oxford, Universidad de Bournemouth y Universidad Hamad bin Khalifa han llegado a esa conclusión tras un experimento en el que comprobaron los efectos de varias medidas contra la piratería.
En el experimento, los voluntarios usaron un servicio IPTV falso creado para la ocasión; había varias versiones, con diferentes diseños, y los investigadores comprobaron cómo reaccionaban los usuarios dependiendo de factores como su experiencia en Internet. Algunos diseños eran muy limpios y sin añadidos, mientras que otros estaban llenos de anuncios, de ventanas emergentes e incluso de malware que intentaba ejecutarse en el sistema.
No es sorprendente saber que los usuarios con una alta puntuación de adicción a Internet y personalidades ‘oscuras’ con rasgos de narcisismo y maquiavelismo fueron los que ‘pasaron’ de todo y siguieron usando el servicio IPTV sin miedo a ser infectados o a sufrir las consecuencias, mientras que los usuarios que usaban Internet de manera más esporádica sintieron más temor y veían estos servicios como más problemáticos.
Según uno de los investigadores, esto son buenas y malas noticias para la lucha contra la piratería. Por una parte, esto puede significar que siempre habrá piratas que no podrán ser convencidos de ninguna manera de que dejen de usar estos servicios; aunque la adicción digital se puede ‘curar’, no se puede decir lo mismo de los rasgos de la personalidad. Además, la adicción digital también afecta al consumo de contenido en plataformas legales, el llamado ‘binge watching’.
Por otra parte, este experimento puede marcar un nuevo camino en las campañas contra la piratería, ya que indica que las personas que están más educadas sobre los peligros del malware pueden abandonar la piratería más fácilmente. Esto probablemente se traducirá en nuevas campañas contra la piratería que usen la amenaza de los virus y el ‘malware’ para intentar convencer a los usuarios de que no merece la pena seguir usando IPTV pirata. De hecho, algunas de estas campañas ya han dado comienzo en los Estados Unidos, donde la seguridad ha tenido mucho peso.