El año pasado Google Japón ideó otra gran broma con ese teclado larguísimo que permitía compartir las teclas con otro usuario. Ahora ha ideado otro concepto: un gorro teclado que permite escribir en las apps del móvil para dejar caer otra perspectiva sobre cómo la tecnología ha invadido las vidas de millones de personas en todo el planeta.
En estas fechas Google en Japón suele traer estas locas propuestas como bromas que prácticamente nadie va a usar, pero que no dejan de poner la puntilla sobre un mundo cada vez más tecnológico. Incluso ha lanzado un vídeo en YouTube mostrando el uso del concepto y cómo podría cambiar la vida de millones de personas; siempre mirándolo desde el punto de vista más cómico e irrisorio posible.
Este dispositivo funciona de tal forma que cuando se lleva puesto, aparte de proteger de los rayos UVA del sol, permite girarlo de un lado al otro para así ir cambiando entre los distintos caracteres y así pulsar sobre el dispositivo para confirmar la introducción de un nuevo texto.
Según Google esté nuevo dispositivo cubre la cabeza en su totalidad y protege el estilo de peinado del usuario nipón. Lo curioso es que la compañía ha compartido en GitHub los planos DIY (hazlo por ti mismo) para que cualquiera pueda usarlo y así recrear esta versión de Gboard con una impresora 3D.
También ha publicado una guía de producción para los que quieran sacar todo el provecho posible a este nuevo dispositivo con unas tijeras y unos cartones. Las especificaciones del nuevo sombrero Gboard incluye un sensor de seis ejes, un botón de encendido, un conector USB tipo-C para la carga y conexión Bluetooth para parearlo con otros dispositivos.
Como se ha mencionado, una mirada con todo el humor del mundo para ofrecer otra perspectiva frente a los quehaceres digitales que llenan los días de millones de personas en todo el mundo. El humor siempre ha tratado de sacar una sonrisa al espectador y más si cabe con ese vídeo en el que los ingenieros de Google en Japón se ponen este estrambótico sombrero a lo Gboard que teclea cuando uno se toca la cabeza.
Con las gigantes tecnológicas, enfrentadas las unas a las otras con nuevos dispositivos e innovaciones, casi se nubla la línea que separa la realidad de lo estrambótico, con esa búsqueda del crecimiento infinito que ha de traer los mayores beneficios posibles para distinguirse de la competencia.