Google se ha sacado de la chistera en cuestión de semanas a Bard, su IA con la que pretende competir contra ChatGPT de OpenAI. Si ya en algunas presentaciones ha mostrado errores, ahora algunos trabajadores de Google están empezando a criticar que todavía le queda mucho para poder llegar al nivel de ChatGPT.
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Bard queda lejos de ChatGPT
Según Ars Technica, un nuevo reporte en Bloomberg entrevista a 18 trabajadores de Google que mantienen en sus respuestas todo tipo de preocupaciones respecto a Bard, la IA de Google.
El hecho es que los equipos de ética de IA están siendo desplazados para sacar rápidamente al mercado a Bard. Es decir, que las prisas están llevando a Google por unos derroteros que ni ellos mismos imaginaban.
Según este reporte, los empleados de Google comenzaron a realizar tests a Bard para así aportar el feedback necesario para ir mejorándolo. Este feedback fue totalmente ignorado de forma interna para así sacar cuanto antes a Bard.
Las palabras usadas por varios empleados de los equipos internos de Google fueron estas mismas: "digno de vergüenza y un mentiroso patológico". Cuando fue preguntado cómo podrían aterrizar un avión, dio instrucciones incorrectas que resultarían en un aparatoso accidente.
Otro empleado solicitó recomendaciones para ir a bucear y las respuestas solo ocasionarían graves heridas e incluso la muerte. Ya en marzo varios ingenieros de Google dijeron a las claras que Bard era peor que inútil y avisaron de que, por favor, no lanzaran todavía el producto.
Como no, ChatGPT también da a veces respuestas incorrectas e información falsa, pero éste está lo suficientemente avanzado para que incluso ponga a Google muy nervioso por su habilidad para responder a preguntas que podrían sustituir a las búsquedas que hacen los usuarios en el buscador de Google.
Con todas las ganas de intentar acercarse a ChatGPT como sea, lo va a tener bien difícil si el equipo de ética no pone el trabajo suficiente en Bard. Es decir, que las prisas son muy malas consejeras y aquí lo está sufriendo Google pero bien.
Meredith Whittaker, ex gerente de Google y presidente de Signal Foundation, dijo a Bloomberg que si las éticas en la IA de Google se han dejado de lado y no toman su relevancia, finalmente, complicará la vida a Bard como IA.
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