Ya hemos perdido la cuenta de la cantidad de suscripciones que tenemos activas, y eso repercute en el gasto cada mes. Desde la suscripción a Netflix (aunque ahora pueda ser más barata) a suscripciones a redes sociales como Twitter o a YouTube Premium, todo eso va sumando a final de mes.
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Ahora, Mercedes-Benz se ha sumado al carro de las suscripciones, pero no para su app oficial ni para un móvil, sino para sus coches. La marca premium ha llevado el concepto de las suscripciones a algo tan básico como el motor de sus coches.
Suscripción para mejorar la potencia del coche
La nueva opción que aparece en la tienda online de Mercedes se llama “Aumento de aceleración”, y hace exactamente eso: hará que nuestro coche vaya más rápido, como si fuese magia, y sin necesidad de hacer ninguna modificación mecánica. Olvídate de meterle un “turbo” más grande, o de comprar piezas a marcas de terceros, nada de eso es necesario ya para mejorar el rendimiento de un coche.
La clave está en que esta funcionalidad sólo está disponible en la gama EQ, es decir, los coches eléctricos de Mercedes-Benz. En este tipo de vehículos, el software controla todos los aspectos de la conducción, incluyendo detalles como la tracción o el par motor, por ejemplo; así que desbloquear más potencia es algo que también se puede hacer por software, simplemente indicando al ordenador que saque más ‘jugo’ de las baterías.
En concreto, cuando activemos el aumento de aceleración en la página web oficial de Mercedes, aparecerá una nueva opción en el sistema del coche, llamada Dynamic Drive, que podremos seleccionar a través de la pantalla como cualquier otra. Una vez seleccionado, el software aumentará la potencia máxima disponible, así como el par motor usable.
En la práctica, eso supone que el coche será más rápido en este modo, con la aceleración de 0 a 100 km/h mejorando en entre 8 décimas y 1 segundo dependiendo del modelo. Por ejemplo, el Mercedes-EQ EQE 350 4MATIC pasará de 288 a 349 caballos, haciendo el 0-100 en sólo 5,1 segundos frente a los 6 segundos que hacía antes.
Toda esta ‘magia’ tiene un precio, por supuesto, y no es pequeño. Se trata de una suscripción de 1.200 dólares al año (precio por confirmar en euros) y por lo tanto, si dejamos de pagarla también perderemos acceso a este modo especial. En otras palabras, Mercedes ha conseguido ‘secuestrar’ las mejoras que ya vienen instaladas en el coche, pidiéndonos más dinero a cambio para unos coches que no son precisamente baratos. Ni que decir tiene que el plan ya ha recibido críticas en redes sociales, aunque también hay usuarios entusiasmados por la mayor potencia, aunque vaya a repercutir en una menor autonomía si lo activamos.
Mercedes-Benz no es la única que se ha metido en las suscripciones pese a las críticas. Su gran rival alemán, BMW, también anunció este año un polémico cambio que hacía que los asientos con calefacción estuviesen disponibles como suscripción, obligándonos a pagar 170 euros al año o 17 euros al mes para poder usarlos, aunque ya estuviesen instalados en el coche.
Este tipo de lanzamientos deja en evidencia la situación actual del mercado automovilístico, en la que las nuevas tecnologías permiten modificar fácilmente aspectos básicos de la conducción; algo que se puede usar para mejorar la experiencia, pero también para poner precio a cosas que antes no se podían quitar y poner tan fácilmente.
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