La pantalla de nuestro smartphone ha cambiado mucho en los últimos 10 años. Su evolución ha sido espectacular y hemos pasado de paneles muy pequeños y con baja resolución a smartphones pantallas prácticamente sin marcos, con una altísima calidad y que lucen espectacular.
Al mismo tiempo, se ha avanzado en las tecnologías de los paneles para ofrecernos una mejor experiencia, siendo los paneles LCD y AMOLED las dos tecnologías de pantalla principales que hoy en día encontramos en estos dispositivos, con sus diferencias, ventajas y puntos no tan fuertes.
Los diferentes tipos de paneles
La base esencial de las pantallas AMOLED, que son las siglas de Active Matrix Organic Light-Emitting Diode, es que este panel está formado por una matriz de diodos orgánicos que emiten luz de forma independiente. Por otra parte, en las pantallas LCD (Liquid-Crystal Display), el panel de cristal líquido está completamente iluminado con una luz de fondo.
Durante años y hasta la actualidad, son muchos los fabricantes de smartphones que han optado por los paneles LCD IPS, que se introdujeron para mejorar las carencias que tenían los antiguos LCD TFT. Además, la “veteranía” de las pantallas LCD también se traduce en menores costes de fabricación, lo que también nos afecta a nosotros los usuarios con precios más ajustados por nuestro próximo smartphone.
La reproducción de color
El apartado de cómo muestran los colores las pantallas de los smartphones es muy importante. Por ejemplo, de nada sirve hacer y editar una fotografía que en nuestro móvil luce espectacular y super llamativa, si cuando la compartimos o la imprimimos en un formato físico, no se parece en nada a como realmente la habíamos dejado.
En el apartado de la fidelidad de color, los paneles AMOLED suelen tener un alto contraste y negros profundos, más llamativo a nuestros ojos, pero en ocasiones esos colores no se corresponden con la realidad.
Por otro lado, esta es una de las grandes ventajas de los paneles LCD IPS. Tienen la mejor reproducción de color, por tanto las imágenes y vídeos que se muestran son como deberían ser. La gama cromática es más amplia, con colores vivos, claros y muy definidos.
En el apartado del brillo también se llevan el punto los paneles LCD, que son capaces de alcanzar picos de brillos mayores a los de las pantallas AMOLED. La retroiluminación completa del panel LCD permite una mayor intensidad, ¿en qué se traduce esto para nosotros? En una mejor visibilidad cuando las condiciones de luz son complicadas, como por ejemplo al usar el smartphone a plena luz del día, en el exterior.
Todo esto, unido a los mejores tiempos de respuesta y fluidez (ahora que están en auge los 120Hz en smartphones), junto con el consumo de energía y los mejores ángulos de visión de las pantallas LCD, nos aseguran que seguiremos viéndolas por mucho tiempo en terminales de todo tipo.