El Galaxy Note 20 Ultra es uno de los móviles más ambiciosos que ha presentado Samsung que podremos comprar en España. Este terminal sube el listón de una gama diseñada para profesionales que poco a poco ha terminado calando entre los entusiastas que buscan el mejor móvil posible.
Normalmente esta gama toma todo lo bueno de los Galaxy S presentados meses pero en un mayor tamaño, con lápiz y algunas innovaciones extra. Ayer conocíamos el extraño chip que ofrece NFC, eSIM y UWB todo en uno, pero no es el único componente exótico que encontramos en el último terminal de Samsung.
La pantalla del Galaxy Note cambia su tasa de refresco de forma continua
Una de las tecnologías de moda en la gama alta son las pantallas con alta tasa de refresco. Esta tecnología consiste en aumentar el número de imágenes que una pantalla es capaz de mostrar por segundo. Al mostrar más imágenes en el mismo orden de tiempo, la sensación que percibimos es la de mayor fluidez, y el coste es un mayor consumo de batería.
¿Es esto un problema? Pues en un principio no. Ya sea nuestra pantalla de 90, 120 o 144 hercios, si un contenido debe ir a una menor tasa de refresco, percibiremos que la tasa de refresco de la pantalla ha cambiado.
Por ejemplo, un vídeo que este grabado a 30 imágenes por segundo, percibirás dicho nivel de fluidez, pero de forma interna lo que hará una pantalla de 90 hercios será mostrar 3 veces cada imagen, mientras que una de 120 mostrará 4 veces cada fotograma.
Aunque para nuestros ojos de humano se produce un «cambio» en la tasa de refresco, lo que ocurre aquí es un truco para mostrar el contenido adaptado, pero la batería sigue sufriendo una pantalla que se refresca 90, 120 o las veces que sea.
La pantalla del Galaxy Note 20 Ultra tiene una nueva tecnología para evitar este consumo de batería innecesario llamada Tasa de refresco variable. Esta tecnología adapta la tasa de refresco de forma dinámica en función del contenido que estemos viendo, refrescándose 10 veces por segundo cuando vemos contenido estático, 30 o 60 veces cuando vemos un contenido que haya sido grabado a dicha frecuencia y los fluidísimos 120 hercios cuando los requiera.
Existen pantallas como las del Pixel 4 que van alternando entre 60 y 90 hercios, e incluso capas de personalización que nos permiten escoger una tasa de refresco concreta para una aplicación o juego, pero estos cambios en la tasa de refresco no se realizan de forma continua, y cuando ocurren notamos un parpadeo.
La tasa de refresco variable no es una tecnología nueva, ya que la vimos en equipos como el iPad Pro (tecnología a la que Apple puso el apellido ProMotion) pero con el Galaxy Note 20 Ultra es la primera vez que la vemos en una pantalla AMOLED.
Que exista un ahorro de energía teórico no significa que en la práctica la batería nos vaya a durar mucho más.
En la teoría este tipo de pantallas suponen un ahorro de energía en el uso de la pantalla, pero determinar cuanta autonomía extra termine ofreciendo es complicado, pero estamos seguros que será un tipo de pantalla muy presente en 2021.