2020 es el año del 8K en los teléfonos móviles, gracias al soporte que se introduce para ello en procesadores como Snapdragon 865. Además, los primeros resultados dejan con estupendas sensaciones, al poder comprobar la espectacularidad de un vídeo grabado en 8K, que tiene cuatro veces más píxeles que la grabación 4K. Esta misma semana llegaba una gama de teléfonos con soporte para la grabación en 8K, como es el caso de los Galaxy S20.
Los Samsung Galaxy S20 se convierten en la primera gama al completo en contar con soporte para la grabación en 8K. Un impulso importante para esta resolución, que se hace ya una realidad en el mercado. Aunque grabar en 8K es algo que va a tener impacto en el almacenamiento.
Un vídeo 8K ocupa más espacio en el teléfono
El aumento de calidad tiene un impacto inmediato en dicho almacenamiento. En el caso de los Galaxy S20, Samsung dice que un vídeo en 8K va a consumir 600 MB de almacenamiento por minuto. Supone un notable incremento respecto a la grabación de vídeos en 4K, que suele ser de entre 200 y 350 MB por minuto, en función de varios factores como el formato o la velocidad de los bits.
Es por eso que marcas como Samsung toman algunas medidas para evitar que grabar este tipo de vídeos acaben consumiendo la totalidad del almacenamiento. En la gama de los Galaxy S20 se va a limitar la grabación 8K a un total de cinco minutos por vídeo. No solo preocupa que se consuma demasiado almacenamiento, sino que también se quiere evitar un sobrecalentamiento de los teléfonos. Esto ya pasaba en su día con vídeos 4K, que quedaban limitados a cinco minutos también.
Era previsible que un vídeo en 8K fuera a ocupar más espacio en el teléfono, ahora ya se sabe que será más o menos el doble de lo que un vídeo 4K ocupa. La buena parte es que la nueva gama de los Galaxy S20 viene con 128 GB de almacenamiento, expandible además, que permitirá a los usuarios poder grabar vídeos en 8K sin demasiadas preocupaciones.