A medida que avanzan los días y las semanas y a medida que nos acercamos al 19 de agosto, vamos viendo ciertos movimientos y declaraciones que nos invitan a pensar que quizás Huawei no tenga que crear obligatoriamente un nuevo sistema operativo móvil.
Ya os contamos hace unos días que este movimiento es peligroso para Huawei, pero también para Google y para el ecosistema Android en general. Y esa es la fecha límite que, por ahora, ha dado la administración Trump a Huawei para hacer negocios con firmas de su país.
El gobierno estadounidense se plantea relajar las medidas
En la linea con lo expresado hace unas semanas por el propio Donald Trump, hace unas horas el secretario del tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, ha vuelto a plantear la posibilidad de que si su país y China llegan a un acuerdo comercial adecuado, el gobierno del que forma parte podría rebajar las medidas contra Huawei.
Estas declaraciones han tenido lugar tras la reunión del dirigente americano con el presidente del Banco Popular de China, Yi Gang, También ha dejado claro que, si no hay acercamiento de posturas, las limitaciones a las operaciones de Huawei con empresas estadounidenses seguirán operativas.
Las empresas estadounidenses piden una prórroga mayor
El movimiento de Trump cogió por sorpresa a muchas empresas americanas, que se quejaron de no tener capacidad de maniobra si tenían que dejar de trabajar ipso facto con Huawei. Por eso el gobierno dio un plazo de prórroga de tres meses que acaba el 19 de agosto.
El problema es que ese tiempo no es suficiente e incluso el jefe de presupuesto de Trump ha solicitado una prórroga de dos años, con uno más de espera hasta la entrada en vigor de la medida.
Ha explicado que así las empresas estadounidenses podrán realizar los cambios necesarios sin poner en peligro su competitividad y capacidad de innovación. No obstante, no parece que la administración del presidente este por la labor de aceptar eso.
Usando a Huawei como arma de presión
Como ya dijimos cuando Trump insinuó esto por primera vez, no parece que la seguridad nacional sea lo que preocupa a Trump cuando decidió tomar medias contra Huawei. Más bien parece usar a la empresa como elemento de presión contra China para que acepte una nuevas reglas en su relación comercial, que durante mucho tiempo ha estado inclinada hacia el país asiático, dado que este exportaba más a USA de lo que Estados Unidos exportaba a China, por lo que la balanza comercial estaba del lado de China.
La cumbre del G20 como punto crítico
No son pocos los analistas políticos que indican que, de verse un movimiento que aligere tensiones, este podría darse en la cumbre del G20 que se llevará a cabo a finales de mes en japón. Ahí se reunirán los principales dirigentes mundiales, entre los que están los de estos dos países.