Como suele decir un dicho popular, si algo tiene que ir mal irá mal. Es lo que le anda ocurriendo a Huawei ya que, tras el veto comercial de Estados Unidos, se ha colado en una escalada tal de complicaciones que pronto lo tendrá muy difícil para salir indemne (si es que puede hacerlo). Le es inviable certificar los móviles Android nuevos, las piezas estadounidenses tampoco puede utilizarlas… Y desde ARM llega el golpe casi definitivo.
ARM es una empresa de desarrollo localizada en el Reino Unido que es de vital importancia para todas las empresas que se dedican a la fabricación de multiprocesadores para dispositivos móviles: ARM es la encargada de desarrollar la arquitectura de esos componentes. Los planos en los que después se basa el resto para fabricas sus propios chips; como Qualcomm, Samsung, Apple… y Huawei, claro.
Como parte del bloqueo a Huawei, y pese a que ARM es una empresa de desarrollo del Reino Unido, esta ha activado la suspensión comercial con Huawei. Esto implica que Huawei no podrá utilizar la arquitectura de ARM para sus próximos Kirin, lo cual supone dejarla totalmente desprotegida en términos de desarrollo de chips.
ARM utiliza tecnología estadounidense en su arquitectura, por lo que debe sumarse al bloqueo de Huawei
La noticia es de enorme calado ya que, al no tener acceso a la arquitectura de procesador, Huawei se ve imposibilitada para crear nuevos Kirin. Siempre puede desarrollar su propia arquitectura de cero, pero es algo tan sumamente costoso y arduo que ninguna otra empresa de móviles ha asumido la tarea.
Según explica BBC, ARM ha dado orden a sus empleados de que corten las relaciones comerciales con Huawei y todas sus subsidiarias, incluida HiSilicon, la marca detrás de los Kirin. La explicación que da ARM es que su desarrollo está basado en tecnología estadounidense, de ahí que consideren obligatorio sumarse al bloqueo comercial de la administración Trump. Huawei pagaba una licencia de utilización a ARM para hacer uso de sus arquitecturas, una licencia que queda ahora revocada.
Realizar un nuevo sistema operativo para sus móviles y tablets no es excesivamente complicado, pero desarrollar una arquitectura nueva para sus procesadores es una tarea de enorme envergadura. Esto obligará a Huawei a acceder a otros SoCs para sus dispositivos, quizá MediaTek (Qualcomm no podrá utilizar porque la empresa es estadounidense). Mal futuro se plantea para Huawei…