Samsung ha cambiado radicalmente la estética de sus terminales de gama alta, dentro de lo que permiten los parámetros actuales de diseño, al lograr un móvil casi sin bordes y sin notch. Esto ha permitido tener un diseño icónico pero ha enfrentado a los ingenieros de la empresa a ciertos quebraderos de cabeza.
El más obvio era alojar las cámaras, algo que consiguieron cortando con láser la pantalla. El problema es que había más elementos que se ponían en los marcos, sobre todo en el frontal, y que ahora no cabían.
Eso no es un pixel defectuoso
Al comprarse un nuevo Galaxy S10 algunos usuarios han visto cómo si se fijaban bien había un lugar de la pantalla en la que parecía haber un píxel que parpadeaba, como si fallara y no fuera capaz de retener la luz a mostrar. En el vídeo se ve bastante bien. Pero antes de que alguien haga uso de la garantía de su móvil o quiera descambiarlo, seguid leyendo.
Samsung está estudiando la forma de implementar las cámaras frontales bajo la pantalla, como ha logrado hacer con el sensor de huellas. Mientras tanto, hay cosas que sí ha logrado poner ahí de entre las que antes estaban en el marco. Ese parpadeo no es un pixel del panel, sino el sensor de proximidad que mide la distancia de nuestra cara al móvil, para apagar la pantalla cuando es necesario, como cuando realizamos una llamada.
Este es el motivo por el que sólo lo vemos cuando hay una llamada en curso, y no en todo momento. Es ahí cuando se activa y lanza los pulsos necesarios para detectar si tiene o no que apagar la pantalla.