La seguridad en Android ha sido uno de los elementos principales en los que ha ido trabajando Google versión a versión. Esto se ha enfocado desde el punto de vista del usuarios, implementando métodos de identificación cada vez mas fiables, y desde el punto de vista de las aplicaciones, restringiendo lo que podían o no hacer.
Ahí es donde entran en juego los permisos, esas ventanas que os preguntan de vez en cuando si queréis que una aplicación o un juego pueda acceder a una parte física del móvil, como la cámara o el GPS.
En Android Q este sistema se ha mejorado mucho y ha cambiado bastante la interfaz que nos permitirá gestionar los permisos.
Permisos permanentes pero revocables
Hace unas semanas se especuló con que podríamos darle permisos a las aplicaciones sólo cuando las estuviéramos usando. Esto será así sólo con el permiso de localización de forma que si no estamos usando una app concreta esta no podrá saber dónde estamos, y por tanto no podrá enviarlo a los servidores de la empresa que la ha desarrollado.
La gestión de permisos se hará, como se ve en las capturas que ha obtenido XDA Developers, en un menú dentro de los Ajustes y de Aplicaciones y notificaciones. Ahí tendremos una sección similar a la actual en la que se listará cada uno de los componentes del móvil.
Si pulsamos en uno de ellos lo que vemos es un listado de las aplicaciones que han pedido acceso a ese elemento, en dos listas. En la parte superior están las que si hemos dejado que accedan, en la inferior las que no.
Si entramos en una de esas apps pulsando encima podemos cambiar ese estado, por si queremos permitir o denegar el acceso.
Además, en la zona inferior tenemos un enlace a la sección de permisos en detalle, que nos llevará a la sección de la misma como veis en la imagen superior. Ahí podemos ver qué aplicaciones han hecho uso de un permiso en cada momento, y podemos filtrar por tipos o por tiempo.
Dando permisos en Android Q
Otra de las cosas que ha cambiado es la forma en la que concedemos permisos a las aplicaciones, permitiendo concederlo, denegarlo o denegarlo para que no se nos vuelva a recordar. Además, podemos modificar los permisos antes de abrir la aplicación por primera vez, algo que no era posible de forma sencilla hasta ahora, aunque había algunas ROMs que lo permitían.
Por otro lado, cuando una aplicación haga uso de un permiso, se nos notificará e incluso aparecerá en las notificaciones si ese permiso es permanente y sensible, como la localización.
Permisos automáticos para aplicaciones por defecto
Otro cambio que veremos en Android Q es el que permite que cuando nosotros asignamos una aplicación como app por defecto para algo, se le den los permisos necesarios. Como ejemplo, si queremos que una aplicación sea la encargada de reproducir los archivos de vídeo siempre, pues se le concederán los permisos que necesitan, como el de acceso a la memoria del teléfono.
Esto es así dado que nosotros hemos querido que esa app sea la que se use por defecto. Eso se hace mediante la asignación de roles o papeles, en este caso el de ser la app de vídeo del sistema.
Una instalación de APKs más discreta
También hemos podido ver cómo la interfaz de la instalación de aplicaciones de forma manual, mediante APKs, pasa de ser a pantalla completa a usar solo una pequeña ventana.
Ahí podremos instalar la aplicación y si es muy antigua el propio sistema nos alertará de ello. Esto pasará en las que no se hayan actualizado más allá de Android 5.0 Lollipop.
Todas estas novedades están realmente avanzadas y es improbable que cambien por completo de aquí al lanzamiento en verano de Android 10. No obstante aún hay tiempo para que ciertas funciones se descarten o se usen de formas diferentes a las esperadas.