Actualmente la batalla por la autonomía de los móviles se ha centrado en la velocidad de carga de sus baterías más que en su duración. El motivo es sencillo: es más fácil y viable aumentar la cantidad de energía que guardamos por hora que aumentar la capacidad de las baterías, por una mera cuestión química.
Las baterías de iones de litio, que son las que usamos actualmente, nos permiten una duración limitada para las necesidades actuales. La solución es simple pero no sencilla: usemos otros materiales.
El problema es que aunque hay otros materiales para construir baterías no son tan estables ni seguros como el litio. Uno de ellos es el flúor, usado desde hace décadas en sistemas de almacenamiento de electricidad pero complejo de usar.
Los coches eléctricos ayudarán a mejorar las baterías de los móviles
El problema de la autonomía no es sólo algo que afecte a los smartphones. El creciente aumento de los coches eléctricos lleva a las empresas a investigar cómo mejorar las baterías de los mismos.
Científicos del Honda Research Institute, en colaboración con investigadores de CalTech (California Institute of Technology) y del laboratorio de propulsión de la NASA, están desarrollando una nueva bateria que usa materiales mucho más densos que el litio, lo que permite más autonomía sin aumentar el tamaño de los elementos de almacenaje.
Además estas ventajas se podrán incorporar en otro tipo de baterías, como la de los smartphones, multiplicando por 10 las duraciones actuales.
El flúor entra en escena
Las baterías que se están desarrollando usan flúor en vez de litio, lo que las hace mucho menos contaminantes y además no están expuestas a la posibilidad de explotar si se les somete a un fuerte incremento de temperatura.
El problema era que para hacer que esas baterías funcionen había que someterlas a temperaturas muy altas, de unos 150º centígrados, lo que hacía que fueran inviables.
El descubrimiento de estos científicos ha sido la clave para cambiar esto. Mediante la creación de una célula electroquímica de iones de fluoruro estas baterías pueden funcionar ya a temperatura ambiente. Los científicos desarrollaron el electrolito usando sales de fluoruro disueltas en un disolvente fluorado orgánico.
Aún falta mucho para que veamos este tipo de baterías ser comercializadas pero supone un gran paso adelante en cualquier sector que use baterías, como el de los coches eléctricos o los smartphones.