Sin duda el Samsung Galaxy Note 9 es uno de los teléfonos del año. Samsung ha sabido reparar los errores del excesivo conservadurismo de la generación pasada, y aunque no estamos ante una revolución demasiado loca, podemos decir que este teléfono no sólo ha solventado malas decisiones, sino que tiene características que lo diferencian claramente de la gama alta.
Una de estas características es su refrigeración líquida «Water Carbon», que en teoría evitará que nuestro Note se nos caliente en exceso. Esto ha suscitado una pequeña polémica: ¿cómo funciona? ¿Realmente sirve? ¿O es sólo un truco de marketing? Samsung lo aclara y nos explica cómo funciona.
La refrigeración líquida del noveno Note al descubierto
Este sistema está conformado por una fina capa de fibra de carbono (de ahí Water Carbon) y una placa de cobre que permiten llevar a cabo más rápidamente el calor al disipador, de manera que se el proceso de enfriamiento se acelera. Según los datos de Samsung, el nuevo sistema tiene una conductividad térmica 3,5 veces mayor que la del Samsung Galaxy Note 8.
Esto permite que el smartphone, para explotar todas sus funciones (como Samsung Dex) o la ejecución de juegos pesados como Fortnite no repercuta en el dispositiva y tengamos temperaturas más contenidas. En el gráfico podemos ver las capas que hay encima del procesador (CPU). Samsung, de nuevo, afirma que la fibra de carbono es 9 veces mejor conductora del calor que la silicona.
Según las últimas pruebas que se han realizado, este proceso de refrigeración líquida sí enfría más el teléfono, pero no de una manera tan acusada como Samsung afirma. De todas formas, se agradece que en un gama alta pensado tanto para productividad como para gaming se incluyan este tipo de tecnologías. Podéis ver los datos en un enfoque más técnico en el blog de Samsung.