Se anticipaba un día revuelto para Google después de que se conociera la noticia de que la empresa estaba en el punto de mira de Europa para propinarle una nueva multa. Así fue: la comisaria europea, Margrethe Vestager, anunciaba en rueda de prensa la decisión: Google debe pagar 4340 millones de euros, una multa que casi duplica a la sanción anterior. Como esperábamos, Google no se ha quedado callada.
Tras la rueda de prensa y la multa ha llegado el momento de la defensa, en manos del CEO de Google, Sundar Pichai. En una carta abierta en uno de los blogs de la empresa Sundar alega que la intención de Android es dar más opciones, no menos. Hace una defensa a ultranza de la posición abierta del sistema y de cómo Android compite en el territorio con Apple, clave para esquivar la acusación más grave de la Comisión Europea: la escasa competencia que deja Android.
No hay grandes sorpresas en la carta abierta de Sundar Pichai ya que la defensa de Android se fundamenta en la libertad de sistema, en la enorme cantidad de oportunidades que ha dado a los fabricantes, también a los desarrolladores y, por supuesto, a los dueños de un smartphone Android. Los números son impresionantes: 1300 marcas apoyando a Android, 24 000 dispositivos diferentes equipados con el sistema y más de un millón de aplicaciones en los Google Play Store. Eso sí, no todo es bonito.
Google alega que el usuario puede quitar cualquier aplicación preinstalada, algo que es falso
Resulta lógico que Sundar Pichai defienda la enorme versatilidad de Android y el enorme esfuerzo de la empresa por hacer que el sistema esté abierto al máximo número de desarrolladores, fabricantes y usuarios. Pero no es cierto que las aplicaciones preinstaladas se puedan quitar: como sabemos, gran parte de las Google Apps resultan imposibles de desinstalar.
Según el Gif compartido por la empresa, para quitar una instalación que viene de serie en un Android basta con eliminarla utilizando el sistema de desinstalación nativo. Con Chrome quizá sirva, con Allo puede que también, pero resulta imposible quitar Google Play Services, Google Search, Gmail o YouTube, por poner varios ejemplos. Algunos se pueden inhabilitar, pero, aparte de que es algo complejo y no apto para los usuarios más básicos (o, directamente, el sistema deja de funcionar), no elimina las apps del dispositivo.
Android ha crecido mucho, de manera enorme. Brinda multitud de ventajas, resulta indudable, también provee de una ingente cantidad de datos que Google recaba solo porque preinstala sus apps y servicios en cada Android certificado. Esperemos que el tirón de orejas de la Comisión Europea consiga que Google recapacite en la imposición de su software: que cada cual instale lo que quiera una vez adquiera su nuevo Android, así debería ser.