La seguridad es importante en los teléfonos móviles, también la privacidad. Dado que son dispositivos que llevamos siempre encima registrando todo lo que hacemos, resulta imprescindible que el sistema nos proteja en la mayor medida posible. Google daría un gran paso en este sentido: ayer conocíamos que Android P bloqueará las aplicaciones espía que utilizan la cámara del móvil. Pero no solo eso.
La pregunta más lógica ante la noticia de ayer era la de «¿Y qué ocurre con el micrófono?». Son muchas las aplicaciones espía que utilizan los micros del smartphone para registrar conversaciones sin ser detectadas. Google lo tiene en cuenta y cortará el acceso a los dos elementos más propensos a vulnerar la privacidad del usuario: la cámara y el micrófono.
Las aplicaciones espía lo tendrán muy difícil en Android P
Por desgracia nunca se puede garantizar la seguridad al 100 %, pero sí hacer todo lo posible por que el sistema ponga el máximo de barreras para asegurar la privacidad. Actualmente ya es complicado que una app nos espíe (en Android 8 Oreo salen notificaciones con las apps que funcionan en segundo plano, por ejemplo), pero siempre se puede hacer mejor.
En XDA Developers han descubierto una nueva tarea o «commit» (compromiso) dentro del proyecto AOSP que insta a mejorar la seguridad en la captura de sonidos. El funcionamiento de este bloqueo contra aplicaciones espía que graban audio es muy similar al que protege del acceso a la cámara: el sistema detectará las apps que están en segundo plano o en reposo impidiendo que registren el sonido de los micrófonos. Pero no provocará un error o bloqueo, el sistema entregará una pista de audio vacía. Dicha pista no registrará el verdadero contenido hasta que el usuario utilice activamente la aplicación.
Las aplicaciones espía en Android son relativamente populares y fáciles de instalar en un móvil ajeno. Y con Android P lo tendrán mucho más difícil: bloqueo para el uso de la cámara y protección contra el registro no deseado del audio. Ahora solo falta mayor protección contra el uso no autorizado del GPS integrado en el smartphone.