El famoso MIT y Google se han unido para mejorar algoritmos de fotografía que retocan fotografías de forma profesional. Lo mágico viene cuando estos algoritmos funcionan incluso antes de que tomes la fotografía.
La fotografía ha pasado a ser uno de los campos más importantes en el mundo de los smartphones. Y no sólo son importantes las lentes, el sensor o el flash a la hora de sacar una fotografía. Igual de importante, o incluso más, es todo lo que gestiona la fotografía. El proceso que hace el teléfono desde que pulsamos el obturador hasta que la fotografía termina en nuestra galería.
Según pesos gigantes de la industria, como Vic Gundotra, este es uno de los grandes fallos de Android. No vale de nada tener una cámara genial si todo lo que gestiona esa cámara no está a la altura, si no procesa bien la fotografía. Y eso es justo en lo que quiere mejorar Google. Algo para lo que se han aliado con el Instituto Tecnológico de Massachusetts.
Google y el MIT, aliados por la fotografía computacional
No es ningún secreto que compañías como Google están recurriendo a la fotografía computacional para mejorar las fotos que sacan sus cámaras. En otras palabras, utilizar algoritmos e inteligencia artificial para mejorar las fotos que sacamos. Y para ello se han aliado con unos investigadores del MIT que trabajan en algoritmos que mejoran las fotografías de manera automática.
Para entrenarlos, el MIT y Adobe han usado una base de datos de 5.000 imágenes, con cada imagen editada por 5 fotógrafos profesionales diferentes. Así el algoritmo ha aprendido a editar las fotos como si fuese uno de estos fotógrafos. Y de esa forma un algoritmo es capaz de realizar una edición como la que puede hacer un fotógrafo o retocador dedicado a ello.
Pero la verdadera magia es que estos investigadores están reduciendo el peso de estos algoritmos. De esa forma los algoritmos podrían usarse en tiempo real, sin que tengan que esperar a que hayamos sacado la fotografía. Algo en lo que Google está muy interesada y que podría aplicar en sus futuros dispositivos, como el Pixel 2.