El OnePlus 5 tiene un defecto en la pantalla que se manifiesta como una especie de gelatina. Admitido el error, OnePlus dice que lo provoca la visión del usuario.
No es que el OnePlus 5 sea un mal móvil, que está en lo más alto de la elección de cualquiera, también de la nuestra. Por el precio que tiene, cercano a los 500 euros, resulta bastante complicado encontrar nada mejor. Aunque acumula una buena cantidad de errores que tampoco tienen explicación si tenemos en cuenta la categoría del terminal y también el precio del mismo. Y las excusas de la empresa no son de recibo.
Desde el inicio el OnePlus 5 mantenía un defecto visual en la pantalla mediante el cual los elementos de la interfaz manifestaban el comportamiento de la gelatina al estirar de ellos. OnePlus negó primero que hubiese un error, pero ahora sí que lo admite. Aunque no de una manera acorde con la presencia pública que debería dar.
El error de la pantalla se debe a la visión del usuario
Tal cual. O lo que es lo mismo, no es el que el móvil tenga un problema, es que lo ves mal. Haciendo un paralelismo entre el OnePlus 5 y el iPhone 4, también en la época del «antennagate» la culpa era del usuario por agarrarlo mal. Antes sacarse las culpas de encima que admitir los errores de diseño y fabricación con sus consecuencias.
OnePlus ha borrado el tweet de la polémica, pero le hice una captura antes. Aquí está:
El problema es de los ojos del usuario y de su persistencia de la visión. Una manera bastante extraña de escurrir el bulto cuando se ha descubierto cuál es el defecto real que ocasiona el problema: OnePlus monta la pantalla de su último modelo invertida. O lo que es lo mismo: la parte superior es la inferior original. Y esto es lo que provoca el efecto gelatina: el panel no está preparada para ofrecer el scroll en esa orientación.
Ahora bien: ¿realmente se nota? ¿Es tan molesto como para no recomendar el onePlus 5? Lo cierto es que no. Sí se aprecia en determinados momentos y cuando te fijas aposta, pero no es algo que enturbie la experiencia lo más mínimo. Aunque eso no es excusa para disculpar el comportamiento de la marca.