Supercell reporta las ganancias que obtuvo en 2016: fueron apabullantes gracias, sobre todo, a Clash Royale. Obtuvo más de 2.100 millones de euros.
Que los juegos móviles han adquirido una notable importancia no es nada nuevo, solo hay que ver cómo compañías tan tradicionales como Nintendo están volcando sus franquicias en los smartphones. Pokémon GO es un buen exponente: el juego alcanzó una cifra enorme de beneficios en muy poco tiempo. Pero no puede toserle al campeón de los campeones, Clash Royale.
Todas las empresas han ido presentando sus cuentas con respecto al 2016, y ayer también lo hizo Supercell. Los finlandeses, comprados por la china Tencent, han batido récords incluso con la competencia que les ha plantado cara Pokémon GO y otros juegos Freemium. Más de 2.100 millones de euros en ingresos, principalmente por el enorme éxito de Clash Royale.
Clash Royale es la encarnación del éxito freemium
Siempre nos preguntamos (y quejamos) sobre el gran éxito del Freemium. Es un modelo económico bastante perverso para quienes deseamos jugar a los títulos en toda su profundidad: a pesar de que su coste sea gratuito en un inicio, para aprovecharlos a fondo suele hacer falta pagar. O gastar más tiempo en ellos de lo que sería habitual en un juego corriente.
La calidad de los juegos móviles no ha descendido, pero sí que se ha homogeneizado su estilo y planteamiento para seguir la línea marcada, precisamente, por empresas como Supercell. Esta compañía finlandesa posee un bagaje bastante corto para ser una desarrolladora de videojuegos, algo menos de 7 años y solo 4 juegos. Y su ascenso ha sido tan meteórico que el año pasado vendió a Tencent el 84 % de la empresa por una cifra astronómica: 8.570 millones de dólares.
Supercell facturó el año pasado 917 millones de euros antes de impuestos (en el 2015 tuvo 848 millones de euros de beneficios). Sumando los dos últimos años, y trazando una progresión en ascenso, Tencent amortizaría la compra antes de 7 años. Grosso modo y sin la calculadora en la mano, pero sin que se pueda esconder lo evidente: Supercell, y las franquicias de la desarrolladora, son una mina de oro.
Supercell sabe cómo hacer un buen juego gratis y con compras in-app
Juegos como Clash Royale demuestran que lo gratuito no está reñido ni con la diversión ni con la competitividad. Los combates, las cartas coleccionables, los niveles, arenas… están abiertos a todo el mundo, hayan pagado o no. Y el nivel de dificultad para ascender en el juego se sitúa de manera estratégica para que, incluso quienes no gastan ni un euro, sean capaces de progresar con un poco de esfuerzo.
La empresa no planea lanzar más títulos a corto plazo, pero sí mantener la calidad en los que ya posee a base de mejoras mensuales y cambios de balance. Aunque sí que ha confesado que sacarán un juego nuevo a finales de 2017.