Los servicios de mensajería y redes sociales cada día son más populares entre los usuarios de smartphones. Si hace unos años solo teníamos a Facebook, Twitter y Whatsapp, a día de hoy tenemos cientos de alternativas, incluyendo productos rompedores como Instagram o Snapchat.
Pero mientras más popular es un servicio, más facilidad tiene para atraer a la polémica. En el caso de hoy, nuestro protagonista es precisamente Snapchat, uno de los servicios de moda en estos momentos. Tal y como denuncian algunos medios, la aplicación de los snaps está siendo acusada de robo de propiedad intelectual. Una acusación que, desde luego, no se puede dejar pasar a la ligera.
El éxito de Snapchat y las máscaras, en el centro de la polémica
Para ponernos en situación, debemos saber que Snapchat es una aplicación que en los últimos meses se ha hecho tremendamente popular. Se trata de un cliente de mensajería en el que podemos compartir texto o imágenes, con la particularidad de que los contenidos compartidos son eliminadas automáticamente al poco tiempo.
Puede parecer absurdo en una primera instancia, pero la realidad es que está teniendo un gran éxito en el público más joven, gracias a la facilidad para tomar imágenes y editarlas de diversas maneras.
Una de las más populares son las máscaras, y aquí es donde estamos empezando a entrar en el centro de la polémica. Las máscaras vienen a ser una serie de filtros que nos permiten modificar nuestra apariencia en las fotos. Al parecer, Snapchat estaría robando mediante esta funcionalidad filtros a artistas independientes que publican su trabajo en Internet.
¿Es cierto que Snapchat copia a los artistas?
Según leemos en un artículo de The Ringer, la compañía estaría tomando de forma poco lícita el trabajo de diseñadores independientes para la creación de nuevas máscaras. El artículo se centra en tres artístas que de un día a otro han visto cómo de una forma visiblemente evidente sus obras han sido copiadas por la popular aplicación.
El primer caso es el de Pinal. Se trata de un maquillador que, tras entrar en Snapchat, se llevó la sorpresa de que una de las máscaras seguía los patrones de diseño de uno de sus trabajos, lo que obviamente no sentó nada bien al artista. Tras reclamar a Snapchat no recibió respuesta algina, pero dicha máscara desapareció a las pocas horas de la aplicación. Desde luego, el primer caso ya es cuanto menos sospechoso.
Al igual que Pinal, mykie_ es otra maquilladora que se ha visto sorprendida al ver que uno de sus trabajos ha sido presuntamente copiado por Snapchat. Exactamente al igual que en el caso anterior, la máscara desapareció tras la reclamación. Teniendo estos dos casos por antecedentes, resultaría muy sencillo pensar que Snapchat copia a los artistas, pero de ahí a tener una confirmación definitiva sobre una violación de derechos de autor hay todavía un trecho.
La versión oficial de la compañía, ¿qué dice Snapchat al respecto?
Desde luego, la copia e infracción de propiedad intelectual está mal visto en el mundo de los negocios, y cualquier movimiento que hagan desde Snapchat puede hacer que la compañía quede bastante dañada de cara a la opinión pública. La compañía se ha limitado a decir que «el proceso creativo en ocasiones requiere cierta inspiración, pero nunca debería traducirse en una copia«, y añaden, «hemos implementado capas adicionales de revisión para todos los diseños [de máscaras]».
Resulta cuanto menos sospechoso que una compañía retire una funcionalidad inmediatamente después de haber sido acusada de plagio. ¿Significa este movimiento, acompañado por las posteriores declaraciones, que Snapchat reconoce haber copiado los diseños y que, para evitarse de líos, simplemente se limita a eliminar las máscaras polémicas? Podría ser, en cuyo caso el asunto sería todavía más preocupante.
Y la polémica no se limita solamente a las máscaras. Los stickers de Snapchat también están en el punto de mira, y el artista Lois van Baarle ya protagonizó una queja en Twitter que obtuvo bastante atención mediática. Según este usuario, Snapchat ha creado unos stickers a partir de un diseño suyo que data del año 2013.
¿Ha copiado Snapchat a los zorros de Lois van Baarle?
Lo que está claro es que toda esta polémica es un asunto bastante complicado para Snapchat, y en nuestra opinión lo primero que deberían hacer los responsables de esta aplicación es contactar con las personas a las que supuestamente han copiado para resolver el asunto. Es cierto también que, por otra parte, no parece que la solución vaya a ser sencilla teniendo en cuenta lo subjetivo que resulta el arte.
¿Creéis que el asunto de la copia es tan grave como parece? ¿Opináis que Snapchat copia a los artistas y que, por lo tanto, debería remunerarlos? ¿Es copia o inspiración? ¿Dónde está la barrera que separa el plagio de la inspiración hoy en día?