Android es uno de los sistemas operativos móviles más extendidos del mundo, y eso se debe en parte a la libertad que Google deja a los fabricantes para modificar el sistema operativo. Esta libertad da margen para que cada fabricante personalice sus terminales e innoven con nuevas características, pero también conlleva un serio problema.
Ante dicha libertad, los fabricantes no tienen muchos compromisos que cumplir ante Google, y esto desemboca que muchas veces acaben dando un mal trato al cliente con un pésimo servicio de actualizaciones, el cual acaba manchando la imagen que Android y Google dan al público. Parece ser que Google pretende mover ficha, y estaría planeando ejercer más presión sobre los fabricantes.
El principal problema de Android, la fragmentación
Ya lo hemos comentado en multitud de ocasiones, y es que uno de los mayores problemas de Android reside en la fragmentación del propio sistema. Si nos hacemos caso del pasado informe Android, solo el 7,5% de los teléfonos tienen la última versión de Android, mientras más de la mitad de los teléfonos se encuentrna en versiones que tienen más de dos años de antigüedad.
Marshmallow es una versión que ya ha cumplido más de medio año, y ya tenemos a Android N en el horno, una versión que llegará a finales de año y que si vemos la trayectoria, pocos teléfonos van a poder optar a dicha actualización.
Google es consciente del problema, y si bien elimino ya varios problemas de la fragmentación con Google Play Services, la poca seriedad de los fabricantes no hace más que manchar el nombre de Android. Que los fabricantes den un mal soporte a los teléfonos es negativo para Google, ya que todos los esfuerzos en crear características novedosas como Daydream o Google Now on Tap se van al garete, al igual que otras inversiones como los parches de seguridad.
Google castigará a los fabricantes que no cumplan con los compromisos
Según nos hacemos eco de Bloomberg, parece ser que Google tomará pronto cartas en el asunto, con unos métodos que quizás a más de uno le parezcan cuestionables. Google no está contenta con el compromiso de los fabricantes, y tomará medidas para evitar la dejadez que se respira en el ecosistema.
Como Android es un sistema operativo libre, no pueden forzar a que los fabricantes dejen de utilizar Android (al menos, no la parte libre), y a pesar de que podría endurecer los requisitos para que los fabricantes que quieran optar a incluir Google Play, la medida no será tan extremista, pero tampoco se encuentra libre de polémica.
Google estaría preparando una lista pública en la que incluiría a todos sus socios en Android. El objetivo de esta lista sería el de dar méritos a aquellos fabricantes que ofrezcan un buen soporte, y del mismo modo avergonzar a aquellos que se desentiendan de actualizar.
Un buen soporte no es únicamente actualizar los teléfonos de Android a la última versión, sino estar al tanto con las actualizaciones de seguridad. Se harían públicos datos de cuáles son los fabricantes que más se ponen las pilas y cuáles no.
¿Está Google tomando la decisión correcta?
Las actualizaciones en Android están mejorando poco a poco aunque nos cueste creerlo, pero no a un ritmo que sea favorable. Existen algunos casos destacado que han mostrado al público cuales fabricantes se comprometen con el usuario, como la llegada de los parches de seguridad de Android que llegan cada mes desde el incidente del Stagefright, aunque por culpa de la falta de compromiso, miles de millones de teléfonos continúan siendo vulnerables.
La situación a la que Android se enfrenta es sin duda complicada, y quizás no sea solo un problema de los fabricantes, sino de la propia Google. No podemos pedirle a Google que tenga el mismo control que tienen otras marcas como Apple con su ecosistema, ya que la libertad forma parte del ADN de Android. Google podría haber sido un buen padre para Android, y podía haber educado a los fabricantes conforme el sistema evolucionaba poco a poco, siguiendo el típico lema duro pero justo.
No sabemos si la nueva medida de Google servirá para que los fabricantes comiencen a madurar, y quizás no sea la medida más correcta, pero nos alegra ver que Google proponga una solución que aunque no acabe arreglando la fragmentación, si ayude a los consumidores a elegir productos que tengan un buen soporte.