BQ sigue avanzando. El año pasado debutó en el Mobile World Congress de Barcelona y este año vuelve a repetir. Lo hace como un fabricante al alza en España, donde sus terminales han conseguido calar entre un buen grupo de consumidores. Aprovechando su presencia en el gran conclave tecnológico, hablamos con Rodrigo del Prado, director general de BQ y cofundador de la compañía, que ha presentado este lunes el X5 Plus y la Aquaris M10 Ubuntu Edition, una tablet convergente.
Empezamos a hablar de X5 Plus apenas dos meses después que llegase al mercado el X5, ¿es este el dispositivo que buscabais hacer en un primer momento?
No. El X5 Plus es una evolución. Por ejemplo, no estaba preparado el procesador Snapdragon 652 cuando lanzamos el X5. Son dos productos que ofrecen especificaciones distintas. Probablemente el X5 Plus sea más Plus que X5. A nivel de diseño se parecen pero en lo que se refiere a especificaciones son completamente diferentes. El procesador es de otra generación, la pantalla es Full HD y tiene más brillo, toda la parte de conectividad ha cambiado, la cámara también….
Entonces se entiende que ambos dispositivos convivirán.
Van a convivir. El X5 es un dispositivo HD, cinco pulgadas. El Plus es siempre sinónimo de más y malo seria que lo hubiésemos llamado Plus y no fuese más que el X5. No es un sustituto ni una versión ‘vitamina’. Tardamos nueves meses aproximadamente en realizar uno de nuestros teléfonos y pensamos que sería interesante seguir una línea.
El X5 llegó con una versión con Cyanogen y en el X5 Plus no ha habido mención alguna a esta posibilidad.
No hay por qué pensar que no se le va a dar continuidad a nuestro trabajo con Cyanogen. Puede que haya un dispositivo bajo este modelo en un futuro cercano. Es pronto para saberlo.
Otras características
Apostáis por lector de huellas en el X5 Plus, ¿es una condición indispensable ya en la gama media?
Al final nosotros creemos que las especificaciones están bien para poder comentar tomando una caña con los amigos. Lo importante es la experiencia de uso. Por eso en un momento en el que hacemos más transacciones con el móvil es lógico que tengamos mejores maneras de securizar el teléfono. Las contraseñas y los patrones son un rollo y al final acabas simplificándolas porque tienes a repetirlo. Por eso al final el lector de huellas es algo que tiene tanto atractivo.
Un diseño unibody, ¿no encaja más en vuestra filosofía una batería recambiable?
No es unibody como tal. Se puede abrir fácilmente. Esto es importante para reparar el producto rápidamente. Si te pasas seis horas con una reparación de una batería, pocas reparaciones vas a poder hacer. Al final hay que ser objetivo con las baterías extraíbles. Está bien porque permite cambiar la batería, que hay que llevar protegida adecuadamente para que no se cortocircuíten los pines. Además este tipo de batería debe ir protegida por un plástico que al final hace que en el mismo espacio tengas menos capacidad. Es apostar por una cosa o por otra.
Su otra gran novedad es una tablet con Ubuntu, ¿no es Android lo suficientemente productivo en tabletas?
Android es una plataforma muy masiva en tabletas. Yo me preguntaría si, por el formato, sin teclado y sin ratón, puede ser productiva. Al menos para los de nuestra generación que viene del mundo del ratón y el teclado. Si realmente es cierto que la tableta va a sustituir al portátil -a nivel de potencia de cálculo en algunas tareas es posible- va a tener que hacerlo con teclado y ratón
Una de las cosas que BQ enseña de su tableta es cómo se puede trabajar con ventanas al estilo ordenador… ¿es impensable eso en Android?
Lo cierto es que hay ciertos vicios heredados. Android es un sistema operativo basado en la movilidad y la movilidad con ventanas es horrorosa. Android, claro, tiene sus fallidos. Sin embargo, creo que hardware y software irán de la mano. Falta un dispositivo estilo ‘navaja suiza’ que se adapte depende de dónde me encuentre.
Segundo año en el MWC, ¿qué es lo que les llevó a estar presente en la feria?
Es el escaparate del sector de la telefonía móvil a nivel mundo. Somos una compañía española que poco a poco está saliendo fuera y queremos consolidarnos en esa expansión europea y por ello hay que estar aquí. El año pasado fue el primer porque, simplemente, era lógico. Era el primer año que teníamos productos propio y por tanto no hubiese sido muy lógico estar antes por aquí.
El empuje de los fabricantes chinos
Por rango de precios, estáis compitiendo en el mismo segmento que una de las grandes modas del mercado a día de hoy: los móviles chinos.
Al final se trata de modas, las modas son modas. Los dispositivos móviles son productos maduros. Casi todo el mundo puede hacer un teléfono que preste una buena experiencia de uso al consumidor. Antes solo pocas empresas podían hacerlo. Hoy podemos seguir haciéndolo, entiendo que simplemente hay más competencia. Los fabricantes chinos tienen una ventaja clara. Sus productos se fabrican allí, así que es más fácil que aparezca en ese ecosistema esas nuevas empresas que una zona más remota como Europa. Siempre parece que lo lejano son los otros pero en términos de desarrollo de electrónica de consumo lo remoto somos nosotros a día hoy.
De acuerdo, ¿pero cómo se compite contra esa ventaja?
Cómo te digo, el acceso a los componente es algo limitado. Te tienes que centrar en otras cosas, cuidar otras cosas. Escuchar a los clientes podrás saber qué puede ser diferencial. Y sobretodo cumpliendo las promesas. Así repetirán cuando tengan que renovar su producto. Se trata de que puedas ofrecer un producto único.
Habla de Europa como zona remota pero tenemos, sin embargo, cada vez más empresas de smartphones surgidas aquí
Eso es bueno. Cuántas más empresas haya en el sector es bueno, por al final, los proveedores de componentes pueden mirarte con otros ojos. Si eres el único, es imposible que un fabricante de baterías se plantee montar una planta aquí.
¿Cree realmente que es posible ver cadenas de montaje en algún punto de Europa si se consolidan esa competencia autóctona?
Es una condición necesaria, no suficiente. Tiene que haber mucho más ecosistema para que esto pueda producirse. Es la historia del huevo y la gallina. Si no hay proveedores, no se fomenta la industria y si no hay una industria solida quizás los proveedores no tengan interés en estar cerca tuyo.
Y un gama alta de BQ, ¿llegará?
Nosotros no somos de definir gamas y buscamos experiencias. Es muy bueno y estamos satisfechos. Hay determinadas especificaciones que las tienes o no las tines. Vamos a incorporar tecnologias que las puedan utilizar masivamente. La tecnología si no es masiva igual no tiene sentido incorporarlas si no es masiva, porque al final lo pagan tus clientes. Al menos para nosotros que tenemos cuatro ingenieros.
De los wearables, entonces, de momento ni hablamos.
Un wearable puede tener, para nosotros, el mismo ciclo de desarrollo de un móvil. Cada proyecto cuenta con 100 ingenieros y sería dedicar 100 ingenieros a cada proyecto. Un wearable, simplemente, por el coste de oportunidad no lo vemos. Hay mucha gente haciendo wearables y poca gente haciendo, por ejemplo, productos para educar a los niños en el uso de la tecnología.