El smartphone ha irrumpido en nuestras vidas con tanta fuerza que ha causado un fuerte debate sobre cuándo y en qué circunstancias es correcto usarlo. También ha dado carnaza a los centros de estudio, que ven el los teléfonos inteligentes un filón para investigar el uso que se les da y tratar de crear una especie de Manual de las Buenas Maneras 2.0.
En ocasiones ir por la calle se ha convertido en un reto de esquivar a gente que va prestando más atención al Whatsapp que a la farola que está a punto de comerse, y eso es un problema si en vez de ir directo contra un objeto inanimado, lleva rumbo de colisión contra ti, que vas mirando las fotos de esa chica que no te va a hacer match en Tinder ni en este ni en ningún otro universo.
Un nuevo estudio de Pew Research Center revela que a un 77% de los americanos les parece correcto que la gente use su teléfono al caminar por la calle, a pesar del caos circulatorio que eso puede causar. Curiosamente, es un porcentaje superior al que considera correcto el uso del teléfono en el transporte público, un 75%, o al esperar en una cola, un 74%.
Usar el smartphone en Iglesia es pecado
También es curioso que a la gente le parezca más aceptable que alguien consulte su teléfono en un restaurante -un 38% de los encuestados les parece bien- que en una comida familiar -un 12%-. Para los encuestados, lo peor de lo peor es usar el teléfono en la iglesia o durante un servicio religioso, con sólo un 4% de aceptación. Al infierno con quienes miren Facebook en misa.
La mayoría de los usuarios estamos de acuerdo en que usar el teléfono cuando estamos con alguien es de mal gusto, y sin embargo todos caemos en ese vicio alguna vez. Nuestro cerebro ya se ha adaptado a andar y mirar el teléfono a la vez, quien sabe, igual se adapta a también a escribir por Whatsapp y hablar con otro ser vivo a la vez, o podemos hablar con quien tengamos delante por Whatsapp directamente, qué demonios, para qué gastar recursos.
De momento ya hay ciudades que han adaptado sus aceras con carriles especiales para quienes caminan mirando sus smartphones, ahora ya sólo falta que alguien cree un widget que te diga si el semáforo que tienes delante está en rojo para poder vivir sin levantar los ojos de la pantalla de nuestro teléfono.