La inteligencia artificial lleva en la mente de Google desde hace muchos años. De hecho no es la primera vez que escuchamos hablar de Google Brain, la división de Google y el equipo dedicado a descubrir los secretos de nuestro cerebro para crear una inteligencia artificial que lo imite.
Hoy llega a nosotros un nuevo avance en este proyecto, nuevos detalles salen a la luz de lo que podría significar uno de los grandes planes de Google. Muchos consideramos a Google como un buscador, pero ellos son expertos en organizar la información y nada encajaría más en Google que una inteligencia artificial capaz de entender la web y ofrecernos la información que necesitemos.
Project Descartes, creando un asistente-IA no basada en respuestas programadas
El paper científico ha sido firmado por Oriol Vinyals, un ingeniero computacional español y miembro del equipo de Google Brain. En él vemos como esta inteligencia artificial es capaz de mantener una conversación, pero no como la mayoría de asistentes personales de hoy en día. Podríamos tener una conversación larga, compleja, basada en datos y no en normas de preguntas y capaz entre otras cuestiones de debatir sobre el sentido de la vida, solucionar problemas informáticos y hablar de moral y filosofía.
Esta inteligencia artificial basaría sus respuestas en el contexto ofrecido, en la información que ya tiene de base y la que va introduciendo el usuario en la conversación. Un trabajo inspirado en como trabajan las redes neuronales de nuestro cerebro.
El proyecto Descartes nace en Ray Kurzweil, director de ingeniería de Google y famoso por haber escrito teorías acerca de la singularidad tecnológica. Según Kurzweil están creando agentes que puedan entablar diálogos y que uno de los problemas es que para que estas inteligencias sean realistas deben tener sus propias motivaciones y objetivos, con tal de canalizar la conversación hacia un determinado punto. Otras compañías como Microsoft también tienen sus proyectos independientes y las investigaciones son similares.
El objetivo de lograr una inteligencia artificial capaz de tener una conversación lógica y sin que los desarrolladores tengan que definir todas las posibilidades. Este campo está recibiendo muchas investigaciones y Google, como superpotencia en el control de la información, es una de las empresas que más está invirtiendo.
¿Qué tipo de respuestas creéis que las inteligencias artificiales no pueden dar? ¿Qué tipo de debate tendrían más problemas en afrontar? Pensemos que muchas conversaciones acerca del amor, la guerra o la pasión son temas muy controlados, con mucha información, mucha filosofía detrás y por tanto de fácil acceso para estas inteligencias. ¿Sabremos distinguir entre una IA y un ser humano?